miércoles, 15 de junio de 2011

Un misionero real (guerrillero divino), por la Angola, de los que no quedan, ni nadie quiere ser, ni oir ECCLESIA APOC...





Querido hermano y hermana periodista: Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero. Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. 


Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio. Me da un gran dolor por el profundo mal que personas, que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta. 


Pero ¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en México mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas. Que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños... 


No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio. Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. 


No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar. 








No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente.


En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años. No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve. 


La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos.




NECESITAN AL DIOS DE JESÚS COMO LA TIERRA EL AGUA PARA VIVIR.


 Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura… Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido. Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión. 


En Cristo, P. Martín Lasarte, "Mi pasado Señor, lo confio a tu Misericordia; Mi presente a tu Amor; Mi futuro a tu Providencia".



martes, 7 de junio de 2011

Enchufismo a la grancanaria, a tuti plen. En el norte, en la capi, y en el Sur asambleario cristiano militante (sic).


ESTO NO ES UN ENCHUFADO FUNCIONARIAL, SI NO UN CURRANTE DEL MUNDO REAL.


El 21 de junio, jueves, recibo en mi móvil notificación de una oferta de trabajo convocada u ofrecida por Desarrollo Local del Municipio de Arucas. En ella se me indica que la pertinente entrevista tendría lugar el lunes de la semana siguiente, que fue 25. Pero no tiene lugar ese día previsto, sino el siguiente, martes 26, durante la mañana y horas del mediodía. Por la noche del día 25, esto es, el lunes anterior, me van a permitir que señale que me conceden uno de los premios del XI Concurso de Relatos “Rescatando la Memoria”, que convocan  conjuntamente el Ayuntamiento de Arucas, la Federación de Empresarios de Arucas y Mapfre Guanarteme. De modo que con ese pequeño contento me voy a la entrevista al día siguiente. No es que supusiera o abrigara excesivas garantías de que me fueran a conceder una de las plazas ofertadas por el solo haberme ganado uno de los premios del concurso, no, para nada; pero sí que me sentía diríase que realistamente satisfecho, expectante. No más, ahí todo, sin excesivas euforias ni exageraciones o castillos en el aire.

Ingenuo de mí: 18 personas en total (trece mujeres jóvenes, cinco hombres jóvenes) para 11 puestos en tres modalidades: animador cultural (según me dijeron, especialmente para animación a la lectura en las bibliotecas de los barrios aruquenses), animador social (trabajo con jóvenes y con personas de la tercera edad), animador sociocultural en programas de igualdad de la mujer. Y no fui seleccionado: ninguno de esos 11 puestos ofertados fue para mí. Soy uno de los 7 aspirantes que se quedó sin uno de esos puestos de trabajo. Yo que, como docente, pago los platos rotos de la descomunal crisis económica aplicada a la enseñanza pública en todo el Estado a base de recortes -mientras el dizque socialista PSOE sigue en Andalucía corrompiendo a más no poder las administraciones públicas, con el ínclito Manuel Chávez a la cabeza de las operaciones corruptoras, nepotistas, amiguistas y partidistas, al tiempo que los dirigentes del PSOE en Canarias vuelven a pedir la confianza de los ciudadanos para las elecciones locales que ya tenemos encima, porca miseria...-, o lo que es lo mismo, sufro los recortes y las mentiras del Gobierno de Canarias a través de la consejera de Educación, Universidades y no sé qué más del Gobierno de Canarias, la inefable Milagros Luis Brito (“blindada” contra la crisis con 7.000 u 8.000 euros mensuales de sueldo; menos mal que al menos ella no levanta el puño cantando Arriba los pobres de la tierra), señora política del mismo partido al que pertenece ese portento de erudición y espiritualidad militante conversa que es el alcalde actual de Arucas, todo un digno delfín o discípulo de ese otro dechado de honestidad política que se llama Froilán Rodríguez... Así pues, sin otra que tener que aceptar deportivamente mi derrota, felicito a los agraciados, a los que deseo suerte, tino y muy buen hacer en la labor profesional que ya están desempeñando.





NI PUTA IDEA pero chupan cargo y sueldazo, POR ATMOSFERA MASONIL DEGENERANTE.



En realidad, no acepto la cosa, me rebelo, ¿para qué andarse con paños calientes? No me considero el número uno en nada, ni remotamente, ni es cosa de despreciar los méritos de los otros candidatos, seleccionados finalmente o no, sólo que la sospecha de que ahí hubo, como casi siempre, gato encerrado, ni me la van a arrebatar ni voy yo mismo a echarla en saco roto. Es decir, al menos me rebelo contra tamaña putada con el recurso de la palabra dignificadora, que diría el potente escritor Víctor Ramírez; la palabra no me la pueden arrebatar. No me la pueden arrebatar a mí, como tampoco pudieron arrebatar la dignidad a Maddalena, de quien me acuerdo en estos momentos, la abnegada madre en la película Bellissima, de Visconti. Como para mí la resolución de esa oferta de trabajo de marras no es sino un caso más, de los innúmeros que podrían citarse o aducirse, ejemplificador del nivel de nepotismo y de favoritismo o tráfico de influencias que en la actualidad predomina en las instituciones y administraciones públicas, incluso en la Iglesia católica -empeñada, más que en promover militantes, en seguir apuntalando su miserable, espantosa y patética crisis interna a base de promover mundanismos, burocratismos, nepotismos, espiritualismos desencarnados...-, no acepto nada; simplemente, me toca fastidiarme, joderme, mamarme la tranca: casi nada se puede hacer, pues como no duda en afirmar desde el agnosticismo un conocido mío, a su vez muy conocido en los ambientes de los movimientos sociales en Gran Canaria -cámara fotográfica en ristre-, el nivel de hipocresía, maldad, egoísmo, vacío de valores, manipulación politiquera, consumismo, crisis eclesial católica, pensamiento único neoliberal...

No acepto nada, de veras, me parece injusto todo, una jugarreta de tecnócratas ganados lo más probable por las exigencias del clientelismo politiquero, con el que al parecer Paulino Rivero y sus gubernamentales colaboradores se ufanan de estar remontando la crisis en Canarias. De modo que sí: no me bajo de la certeza de que tengo que joderme ante un nuevo caso, que muy de cerca me ha tocado, de injusticia y de nepotismo, amiguismo o tráfico de influencias y hasta de clientelismo politiquero; en este caso que nos ocupa, a favor de Coalición Canaria aruquense, hasta no hace mucho llamada popularmente la Coca, ¿por? O puede que de clientelismo politiquero de algún otro partido (Desarrollo Local parece que lo lleva el PSOE en Arucas, con Manolo López, el gato de Arucas, al frente), me da igual a estas alturas: salvo honrosas excepciones, que siempre son de agradecer y de celebrar, son los mismos perros con distinto collar.







Porque resulta que para haber podido obtener una de esas plazas ofertadas no fue suficiente el contar como cuento con una experiencia de más de 12 años de docencia (escuela pública, privada-concertada, centros de menores, escuelas-taller, agencia privada de profesores de clases de apoyo...). Como tampoco fue suficiente para obtener una de las plazas ofertadas de animador sociocultural a la lectura en las bibliotecas de los barrios aruquenses, contar con una licenciatura en Filología Hispánica (carrera que por activa y por pasiva fomenta el gusto por la palabra, por la lectura, por los libros), con cuatro cursos de Filosofía y de Teología (amor por el Logos, amor porsofía), con haber sido “premiado” hace algunos lustros con la distinción al socio-lector adulto más asiduo a la Biblioteca Municipal de Arucas, con el hecho de ser socio-lector de cuatro bibliotecas municipales de Gran Canaria, con tener seis libros publicados y otros tantos en prensa (algunos de ellos, en el fondo bibliográfico de la Casa de la Cultura de Arucas; desde luego, no son obras maestras precisamente esos títulos míos, para nada, pero ninguno de los candidatos a esas plazas podría esgrimir algo similar, ni por el forro, ni remotamente), con haber publicado en los últimos tres años más de 100 artículos de opinión en revistas y periódicos impresos, y sobre todo en publicaciones digitales -amén de cientos de escritos breves en foros y blogs de Internet-. Para obtener una de las plazas de animador sociocultural con jóvenes y con mayores no fue suficiente mi experiencia como educador en enseñanza reglada y no reglada. Ni mi experiencia en el trabajo de voluntariado y de militancia con jóvenes en situación de riesgo, con reclusos, con ancianos, con niños y jóvenes discapacitados psíquicos y físicos. Tampoco fue suficiente mi experiencia militante que acaba de cumplir veinticinco años...

En fin, ¿para qué continuar alegando, pretextando, pataleando...? No fue posible porque casi todo funciona hoy en las administraciones públicas por enchufismo, amiguismo, favoritismo y clientelismo politiquero. Hasta en la Iglesia católica parece ser así, de hecho es así, ya he dicho que hoy día muy en crisis la que llaman la Esposa de Cristo (de las peores crisis de su bimilenaria historia) y, empero, en vez de valientemente decidida a promover militantes fieles al Magisterio, sigue empeñada en la promoción de trepas,  secularistas (verbigracia, presencia de feministas partidarias de la ideología de género en Cáritas; educadores de la Iglesia que ni en sueños son evangelizadores enamorados de Jesucristo y de su Esposa, que es justamente el perfil que pide la enseñanza del Magisterio...), burócratas, espiritualistas desencarnados... En verdad, me parece perder el tiempo tratando de justificar lo injustificable, a fin de entender lo que me parece como muy obvio, esto es, lo que no es sino una muestra más, de las innúmeras aducibles, del nivel de corrupción de la política y de las administraciones públicas, vendidas al clientelismo politiquero y al nepotismo, al amiguismo y al favoritista tráfico de influencias. Pero nada nuevo bajo el sol: cuando hasta la Iglesia católica está patéticamente mundanizada hoy día y por ende sufre una de sus peores crisis, ¿qué íbamos a poder esperar de las instituciones seculares?


ROLLETE MASONIL ATEOIDE ALUCINETA POSMODERNO


Con todo, un último apunte al respecto de lo que aquí seguimos o tratamos. El miércoles siguiente, día 27 del pasado abril, convencido de haber sufrido esa exclusión injusta, me dejo ver por Arucas dejándome caer por la Plaza de la Constitución, por las Casas Consistoriales (antiguamente llamada aquélla Plaza de San Sebastián, y popularmente, de los gansos) con el objeto de asistir a la presentación de un cuento infantil cuya autora es la responsable de Patrimonio Histórico de Arucas -susodicha que también había estado en el “tribunal o triunvirato” de tres técnicas locales más una cuatro y tiro porque me toca, el martes precedente, el de la entrevista-, una trepilla de tres al cuarto y tecnócrata burócrata dizque escritora con ínfulas de grandeza. Todo inútil. Hablé con el señor alcalde actual de la ciudad de las flores, que ya conocemos que es todo un ejemplo de erudición, honestidad política y hasta espiritualidad militante conversa. Todo inútil también. Hasta me llegó a decir, en plan pretextador, que ni él ni su equipo de gobierno municipal tenían nada que ver en la dinámica interna de Desarrollo Local aruquense. Habría sido mejor que me hubiese recomendado directamente sin ambages un “chúpate el dedo o jódete”, pero una mentira tan gorda y tan ridícula y tan falsa, como que no. Entienden lo que hay, ¿verdad?

De ahí que por todo lo sucedido me quede ahora que me autoconsuele pensando en el gesto final de la Maddalena de Bellissima de Visconti, gesto lleno de valentía vital, de arrojo y de apuesta por salvar su dignidad frente a las asechanzas y reclamos del éxito fácil y sin escrúpulos. Aunque ese decidido gesto suyo no le hubiera de acarrear beneficios ni compensaciones sociales ni económicas y sí todo lo contrario. Pero es que ese es el sino de las personas que quieren ir por la vida con honradez, con altos ideales, con pasión, con actitud de compromiso militante, a menudo en medio de un mundo agresivamente hostil por superegoísta e inhóspito por deshumanizado. POR LUIS A. HENRIQUEZ LORENZO.










TE LLAMAN del INEM CON MUCHO ÉNFASIS DIEZ DIAS ANTES DE LAS ELECCIONES CORRUPTO-LOCALES DE ESE GUARRO MAYO ESPAÑOL, PARA QUE DOS JORNADAS ANTES DEL CIERRE OFICIAL DE CAMPAÑA (y cuatro de  la inserción pútrida del voto emitido en la sucia urna), VAYAS DE HECHO A RELLENAR UNA LISTA DE TONTOS PARA EL PARIPÉ DEL PARTIDO CORRUPTO DE TURNO EN UN AYUNTAMIENTO Y SU FANTASMADA SOCIAL LABORAL, PAGADA CON LA PASTA DE SEGUIR MANTENIENDO LA CoCa AL DEMENTE ZP (proyectos de insercion y formación laboral). Y COMO LA TIPA DEL SERVICIO CANARIO DE EMPLEO ES LISTILLA Y YA LA CONOCES A ELLA DE OTRAS, Y YA SABE QVE TE HAS DADO CUENTA DE NUEVO, PUES HASTA TE LO DICE AL FINAL QUE ESA MISMA TARDE SE LLAMARÁ AL SELECCIONADO, ....ALGO INCREIBLE ALUCINANTE EN ESTAS BUROCRACIAS FUNCIONARIALES!!! (todo para ella curarse en salud de la corruptela del Vecindario chorizo in-FAUSticO). Claro, hay que meter al pollo ya para pagarle el curro de su family en la campaña y asegurarlo los ultimos dias, y que vaya de lameculos interventor el dia electoral).  



UNAS SEMANAS ANTES TE LLAMAN PARA MONITOR DE VIVERISMO EN TALLER DE AGRICULTURA ECOLOGICA para el misero ayuntamiento de Ingenio sociata  sureño, SE PRESENTAN TRES: UN TIPO CHULO, LISTILLO, AUTOSUFICIENTE Y SEGURO DE LA MOVIDA, UN POBRE LELO QUE PARECE PERDIDO CUAL AGUJA EN PAJAR, Y UN TECNICO DE NIVEL INTERNACIONAL EN LA ESPECIALIDAD CON EXPERIENCIA PERSONAL, PROFESIONAL, Y DE INVESTIGACION EN EL TEMA. EL TRIBUNALILLO SON NIÑATAS ENCHUFADAS DE PUEBLO, Y LA BUROCRATA DEL SERVICIO CANARIO DE EMPLEO, QUE SE PONE DE MALA LECHE AL VER EL CURRICULUM DEL CITADO TECNICO.

Jamás lo llamarán ni para darle las disculpas por tal paripé de comemierdas.



Y ES QUE NI LOS MAS VIEJOS DEL LUGAR RECUERDAN, NI  SE VIO TAL NEPOTI-CACIQUISMO ENCHUFIL EN LA JODIDA Y VIEJA PIEL TORO Y SUS TERRITORIOS RELACIONADOS, NI CON VALLE INCLAN, NI CON PAQUETE EL FACHA, NI CON  periquito. 


http://fonoteca.esradio.fm/2011-06-02/entrevista-de-cesar-a-jose-penalva-28871.html










Víctor Lapuente Gine, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Gotemburgo, escribió no hace mucho que la causa principal de la corrupción es la politización de las instituciones. Uno de los factores más influyentes, decía, es el número de empleados públicos que dependen de un nombramiento político. Es decir, el número de personas que viven de que gane uno u otro partido. España destaca en el ranking europeo de politización institucional. Mientras en las ciudades medianas suecas la victoria local de un partido cambia entre dos o tres cargos, incluyendo el alcalde, en España se trasplanta la institución entera. Un cambio de partido trae una oleada de empleo amigo, en forma de altos cargos y asesores, y una telaraña de agencias y fundaciones que viven a la sombra del poder político.

Y es que la corrupción no deja de ser el resultado de un exceso de poder que no está bien controlado. En España, al no haber buenos mecanismos de control, el poder de un político es inmenso. No es exagerado decir que el presidente del Gobierno español tiene mayor poder interno que el presidente de Estados Unidos. Aquí, cuando alguien gana la presidencia del Gobierno, a la vez es capaz de manejar el órgano legislativo y judicial casi por completo: el Congreso de los Diputados queda a sus órdenes, la Fiscalía a su servicio, y al poco tiempo decanta el color del Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Supremo y el Constitucional. A su vez, controla las instituciones económicas como el Banco de España, y se hace con la dirección de los medios de comunicación estatales. El presidente de Estados Unidos es mucho más influyente en el mundo, pero dentro de casa está permanentemente controlado por instituciones independientes que limitan su poder. POR IGNACIO MONCADA en libertaddigital.com




miércoles, 1 de junio de 2011

Amor imposible a la canaria tamaranita AMAZIGH, Doramas y Abenohara.



¡SECOS CALVEROS DEL SUR! ¡TIERRAS DURAS, APARDELADAS, del naciente de Gran Canaria!


Apenas si nace la sombra por los valles breves, corridos de calandrias y alcaravanes y pájaros horneros. Barrancales salteados de cardones inmóviles donde el yerbajo es pobre y el ganado persigue su verdura por socaires y rastrojeras, bajo el palmeral severo.

Tierras fértiles de Tara, de Telde y de Cendro y de los oasis lejanos del Arguineguin. En los goros el agua reposa el frescor de su caricia y hay balos mimosos, y verodes acá y allá. Y aulagas agresivas. Al ras de la propia tierra, un tapiz de yerbas barrilleras y cardos corredores sostiene su policromía cristalizada. Así era Gran Canaria, por el Sur, hacia 1.480.


La isla se estremecía ante el horror seguro de la guerra y su desastre. Diez mil magados contaban los ejércitos de ambos reinos, Telde y Agaldar, y la tierra se preparaba con fiebre  defender su señorío. Mas, a pesar de todo, había quienes pensaban en el descalabro final de una derrota.


Agando, en el Sur; el mar. Por el falso espejuelo del agua, al norte de la península que por aquí cierra la bahía, esta la playa del Ámbar Gris. A cosa de un kilómetro, mar adentro, un peñasco levanta su desolación. Escarpado, zahareño, nacido por cimas y quiebras de enormes tabaibas y cerrajales silvestres. Las pardelas, graves de giro y vocingleras, ponen al anochecer sobre su cielo un trágico gruñir de infantes asesinados, pero la gracia perfecta de las zoritas hace ligero el amargo sonido. Besando la flor del agua, el marisco es infinito. Ahí esta, en espera de convertirse en manjar de los pobres isleños que por lograrlo han de jugar en mas de una ocasión la vida.

El peñasco es casi inaccesible. Solo por el lado del poniente ofrece un rudo desembarcadero. En él pudo muy bien asentar su morada Calipso, la embrujadora, aquella que refrescaba su deseo por corredores de viñas y madréporas y guirnaldas de rosas escoltadas de medusas.


En la cima, los hombres de servicio de Bentaguayre, Faycan de Telde, han alzado una morada. Ancha y segura, tiene aire de prisión y fortaleza dentro de la línea usual de las casas de la isla. Allí hizo llevar el señor de aquellas bandas provisiones bastantes y todo el menaje que una casa de nobleza precisaba.

Pieles curtidas y paños de juncos tejidos con delicado artificio formaban lecho, y varias cabras, de esa raza que desde los tiempos más lejanos de la historia poblaban a las Canarias, arrastran el regalo de sus ubres por la breve corraliza. Desde lo alto, el ojo despierto podía columbrar las alcandaras y almenaras de toda esta parte de la tierra.

Altos, inmensos, con armonía de conjunto, musculados como atletas de un Olimpo inverosímil por lo perfecto, avanzan mientras los largos cabellos, signo de su nobleza y lata cuna, nadan por las espaldas enormes; fieros y graves, aquí están. Son la nata y esencia. 



Al centro de sus guerreros, el Faycan Bentaguayre. Su porte es severo, como su rostro, tinto de majestad digna. Lleva en la mano el gran cetro, símbolo de su poder, como los otros, enarbola una rodela donde lucen los propios colores y distingos de su calidad.


Ante su persona camina suavemente otra, grácil y esbelta, llena de elástica firmeza en el mover del cuerpo que se adivina triunfante glorioso en su iniciada primavera. En los brazos, cuajados de conchas bellísimas, acuna a un cabritillo amedrentado; la doncella es Abenahoara, Guayresa de esta isla, indomable y nuestra.


Todo asume en ella regio, pero atractivo continente. Desde el oro tostado de los cabellos con el entrevero de finísimas pieles a color, hasta los huergueles primoroso que calzan la seguridad de su pie. Y su garganta erguida ve como la entornan teorias de lindos collares engarzados con primitivo artificio.
A mas del tamarco, se envuelve en guapiles de colores alegres, mientras cuatro damas de noble condición la flanquean y entornan dándole respeto. 


La comitiva se detiene. El Faycan Bentaguayre, adensando en su rostro la austera gravedad de su rango y condición, se dirige a Abenahoara mientras dice:
"Todos me sean testigos; aquí estamos, Abenahoara, Guayresa real de Semidan, yo Faycan de Telde y tus hermanos Bentaguay y Maninidra Altacaite. Ahora es tiempo y hora tuya. Si dejas el amor de Doramas, el trasquilado (que Gabio lleve y las tibicenas devoren), tendras todo aquello que tu nacimiento precisa. Si resistes, no tendré mas caridad. Allá, en lo alto del roque, te espera habitación  de por vida; a nadie veras y nadie osará verte. Piensa y responde tu deseo."


Los ojos de Benahoara se alzaron de un húmedo lecho de violetas. El carmín ahuyentó su gracia de las mejillas gentiles, pero en fuego de ensueño se hacia trasparente en la enamorada expresión mientras hablaba así:

"Poderoso Faycan y Señor mío; la voluntad de Abenahoara es una y esa la tiene Doramas, hijo de Doramas."

La voz del Faycan se alzo violenta:

"¡Gama! ¡Tamaragua!..."



Se abrió un silencio de nieve mientras el aire del amanecer cabrilleaba por entre las sueltas melenas y por los bordes dormidos de la mar. El recental, presintiendo la trágica densidad de los momentos, acentuaba la expectación con un quedo balar de agonía.

No se hablo nada más; el cortejo inició su retirada mientras las damas, de rodillas, despiden al Faycan y a sus guerreros. Sobre el lienzo de algas que descansan en la arena piensa Abenahoara con casto deseo en Doramas, su amante trasquilado. Todo lo deja y da por bien perdido por este regalo de la dura fidelidad de su amor. Todo; su prestigio, su rango su bienestar. Pero Alcorac no puede abandonarla en su amargura y ella lo sabe.


Ligeras, hacen de sus ropas y bagajes atadijos que sujetan a las cabezas erguidas. En la de la amada de Doramas el blanco baifito, ante el chapoteo estremecido de las aguas renueva constante el espanto de su queja.

Seguras como náyades cortan la mar venciendo gallardas las sirtes traicioneras. El aguaje es violento pero ellas, diestras hijas del Océano, lo dominan con limpia maravilla. 


Llegan al islote. Las mujeres distribuyen los trebejos con cuidado. Por allá arriba las gaviotas y las palomas salvajes revuelan con desasosiego. La vivienda es solo una gran habitación de piedras secas dividida hacia el fondo. Al costado, un corral diminuto la acompaña.

Ahora son las damas las que se despiden, herméticas y sin emociones, que la raza isleña tiene entre sus más altos orgullos el de su propio hermetismo y seriedad. Solo Trayora queda con la princesa, pero Abenahoara no precisa de compañía para saberse sujeta a la esperanza de su propio amor, inmutable como el sol y el movimiento del mar. 



En su soledad, Abenahoara se siente acompañada por el pensamiento del amado, que esta con ella. Podrá el andar por las altas tierras de Acusa o por Ansite y Tirma, o por la costa, cabe el pulso constante de las aguas, pero su pensamiento entero, el pensamiento de Doramas, esta aquí,  sobre el lejano y aislado roque de Agando, en el sur de la isla: ¡está con ella!


Por entonces Doramas era lisa y llanamente un trasquilado; un salteador de rebaños y un hombre de la condición social más humilde. Pero es genial y valiente. Lo que otros heredaron, él lo roba, a fuerza de valor y de astucia. Sus presas y añagazas son geniales y ya en vida las recogió la oral tradición de su pueblo. De el fue una famosa acaecida en la costa de ensueño de La Iraga o del Agumastel. Los españoles salteaban la tierra; todo andaba en temor y desconcierto. Ante el peligro, Doramas llama a Guarore, un noble guerrero de Agaldar y tras cambiar su secreto hace reunir al pueblo en Tagoror; allí les dice:

"Hermanos, si queremos vencer al extranjero que nos sitia y cerca cojamos gaviotas y pardelas y dejémoslas atadas sobre los techos de nuestras casas; démosles de comer allí y que allí vivan. Los invasores enemigos creerán nuestros hogares desiertos y abandonados y caerán sobre ellos; entonces, será la ocasión nuestra y su fin."

Hizose así y merced a la genial estratagema del futuro caudillo de la isla, los españoles cayeron en la trampa experimentando una gran quiebra y mortandad.


Hará cosas grandes en su tierra y que esa nobleza orgullosa de príncipes y caballeros que hoy lo desprecia o lo ignora, tendrá que rendirse a su valor mordiendo el freno de su arrogante soberbia. Y ahora mas, que se sabe amado hasta el sacrificio y la muerte por la princesa Abenahoara, de la familia real de los Faycanes de Telde. Él lograra para su amada, y por ella, mas que todo lo que por su amor ahora ha perdido.


El Hércules pastor vive en el más hermoso escenario que jamás tuvieran las islas: la selva y el bosque de su nombre. Todos los historiadores lo señalan como prodigio patente de hermosura y vivo milagro de la más exigente naturaleza.


En Doramas, este amor por Abenahoara ha sido la revelación plena del mundo y sus pasiones. Antes, la vida para él era distinta: vagar por los montes, trepar a los árboles gigantes, zambullirse bajo las cascadas claras y en laguetes relumbrantes al sol en lo hondo de los frescos barrancos. Nadar; pescar con arte y destreza; justar con los más valientes y vencerlos. Y como principal oficio robar los ganados mejores a los nobles de ambos reinos.

Ahora recuerda el primer día en que sus ojos columbraron la belleza triunfal de Abenahoara. Traía Doramas entre sus manos un asalto a los ganados de Bentagoche, guayre de Arguineguin. En Tara o Taufia había fiesta en la casa de un noble. Bailaban allí “el canario”, ese baile “menudico y agudo” que daría la vuelta a la Europa del siglo XVI. Y se cantaban canciones de amor o de guerra o llenas del dolor de la muerte y su partida.

Los ojos castos de la Guayresa detuvieron su caricia en los asombrados ojos del gigante. Fue solo el filo de un relámpago, menos que nada, pero allí en aquel instante se firmo contrato de amor entre la orgullosa descendiente de reyes y aquel vil depredador de todos los señoríos: Doramas, el plebeyo.

Doramas, al tanto del secuestro de su amada comprende y decide que es hora, en lucha contra el mando y disposición de los hombres, cuando la casta flor de Abenahoara ha de ser suya. Contra todas las monarquías y aristocracias de la tierra redonda de Tamaran.
Ya en los dominios de lo oscuro apresta su rodela, ajedrezada de rojo, blanco y negro; limpia los duros filos del magado y requiere el sostén de su larga amodaga que ha de servirle maravillosamente en el cruce milagroso de pasos y precipicios. Todas estas prevenciones las hace con sólido misterio.
 Sin que nadie llegue a sospechar el propósito, ordena la guardia a los suyos y parte veloz a su aventura.


La noche adelanta su camino. Habrá unos cincuenta kilómetros entre la caverna que habita  en el norte de la isla, mas allá de Terori, y la Playa del Ámbar en Agando. Riscos, montes, barrancos, arroyos caudalosos... Todo lo devora su impaciencia.
Va desnudo, con el pelo trasquilado, signo patente de la humildad de su condición, mientras flotan al aire las faldetas de palmas que sostiene en la cintura poderosa. Es el formidable Titán de las montañas de la isla; Hércules redivivo a la solución airosa de uno de sus trabajos.


En la playa, un silencio. Por lo alto, las estrellas alientan la aventura. Ni rumor, ni ladridos de perros de ganados, ni batir de pájaros nocturnos; solo el beso amoroso de la mar que deposita su caricia sobre la arena.

El cuerpo se desliza por el agua entre silencios. Brazadas como hélices poderosas y espumas como avances entre anhelos de caricias, mientras Doramas tiembla de deseos bajo el agua erizada de misterios asesinos.
En la costa había un festón de centinelas dispuestos a cortar el paso, como fuera, al atrevido galán, pero él supo burlarlos cautamente y llega sin que nadie lo advierta hasta el peñón lejano. Solo un héroe genial puede salvar tamaña empresa y él la salva. Trepa cauteloso por el acantilado y un silbido suave como un quejo sale de sus labios; como un suspiro aleteante. 


En su aposento, Abenahoara se estremece de jubilosa, desfallecida agonía: ¡es Doramas¡ Y ella conoce al punto el reclamo querencioso.

La puerta estalló el atranque y la inmensa mole de Doramas oscureció el claror de su vano, mientras la voz tremorosa exclamaba en un suspiro:"¡Abenahoara! ¡Abenahoara!" "¡Doramas!"

LA CANARIA DE HOY SE HA CONVERTIDO EN UN DESIERTO DE LO QUE FUE.

Sus impulsos los lanzan al uno contra el otro, con invencible arrebato. Ante lo inevitable, Trayora quiere huir; dar gritos, solicitar el amparo de los suyos que vigilan en la costa, pero Doramas la prende por el brazo; da la mujer un gemido y se oye la voz afianzada del coloso:
"Trayora, puedes irlo a noticiar a tu Señor, pero ten por seguro que Doramas, hijo de Doramas, hará que los ganados de Nayra, tu marido, desaparezcan de sus pastos. Y tu hijo y el propio Nayra conocerán mi venganza sin piedad y sin remedio."

Deslíe tal acento de sombría verdad la voz del trasquilado e indómito Doramas y tal dominio de audacia poderosa encuadran sus palabras, que la altiva Guayresa Trayora quedo transida por un paralizante temor mudo; sabe lo cierto de cuanto oyó y tiembla por la vida de los suyos y por su hacienda.

Ya perdieron las palabras su valía. Sobre el hombro de Doramas, la doncella abate el temblor de su cabeza. Trasponen la puerta desquiciada y se detienen bajo el raso de los cielos, al soco de un tabaibal sonoro de lagartos y vuelos de avecicas asustadas.
Allí escuchan la voz de sus propias sangres, tumultuosamente enamorados. En la corraliza, el blanco cabritillo bala su húmedo dolor y su abandono.

Noche a noche este Leandro intrépido cruza a nado el Helesponto isleño sin soslayar el peligro que al amante de Hero corto el hilo de la vida.


Pero el propósito de Doramas era uno, aunque animado por distintos deseos: el de librar a su pueblo del freno y dominio del invasor y lograr para su amada la corona dual de los reinos de la isla; la ancha diadema de conchas blancas, duras y brillantes que habría de prestigiar la noble frente de su amada, Abenahoara.
En tanto, muere el Faycan de Telde. Doramas, con tino y avisado tacto enciende la discordia entre los partidarios de los hijos del muerto, demasiado jóvenes aun para asumir la responsabilidad angustiosa del instante. Logra convencer a los nobles de aquellas bandas, haciéndoles ver lo necesario que se hacia el poseer un solo mando bajo una mano segura, y entonces, ya convencidos, el congreso de nobles ofrece la corona de la isla a Doramas, esposo de una de sus iguales.
Luego, le toco el turno al norte; el reino de Agaldar, abatido, sin moral tras la rendición y entrega de su postrer monarca, comprende asimismo que todos los pasos de la guerra han de unirse en un solo sentido y bajo el mando de un solo cerebro responsable, y conjuntados en Sabor, ofrecen a Doramas la responsabilidad del gobierno y con ella en cetro de Andamana, la Grande.(1)


Pedro de Vera, el ladino y sanguinario conquistador de la isla, amaneció en aquella fecha de humor bien claro, aunque de ordinario lo traía el bien oscuro y revuelto.
En la primavera de aquel año habían aportado al Real de Las Palmas, que así fue llamado, según una versión muy aceptada, por tres muy grandes que dentro de sus barbas quedaron, unos ciento cincuenta ballesteros, cincuenta hidalgos de la aventura y quince hombres de a caballo. Venían de las guerras de Portugal y sitio de Granada bajo el mando de Pedro de Santiesteban y Cristóbal de Medina, y con su apoyo, Vera se propuso finalizar la empresa de abatir el valor invencible de los hijos de Gran Canaria.

Ante noticias tan desoladoras el pueblo canario, empavorecido, comenzó a hacer sus “sabores”  y rebatos nocturnos de defensa. Toda la isla alulaba de fotutazos y silbidos, y ajijidos angustiosos.
Salió del Real de Las Palmas la hueste conquistadora al son de su fanfarria de guerra. Formaron la columna cincuenta lanzas y doscientos peones bien dispuestos, que bien se encargo de ello en aquella madrugada el propio General Vera.



Enfilado el valle comienzan a andarlo aguas arriba, y a media legua de la mar columbran perdidos por los alcores, frenéticos de palmerales y salvias cerreras, los primeros núcleos de canarios. Pero los españoles advirtieron enseguida que no ofrecían línea de resistencia ni siquiera lo intentaban, limitándose a huir veloces por gargantas y repechos, escondiéndose en ellos.
De pronto, alguien divisa un grupo de animosos guerreros que, denonados, arriban por la parte del mar. Vienen a pie, que fue aquella gente que nunca tuvo caballos ni conocieron su existencia. Desnudos casi, pues a mas de apenas usar ropas estaban tomando el baño diario en la ribera, cuando les llego la nueva de la irrupción y entrada que amenazaba a la gran Corte isleña, Agaldar.
Al frente de los valientes canarios viene el Rey que ellos mismos se han impuesto, Doramas, el valentísimo y potente hijo del pueblo. Cerca ya de los españoles, arenga a los suyos y rápidos, como saetas, sin plan ni artificio, embisten, no a los guerreros, sino a los caballos, por creerlos un cuerpo mismo con el jinete regidor de su montura.

Los invasores se espantan ante el milagro de fuerza y diestro valor inconcebible que aquel soberbio y magnifico hércules representaba. Como un ente sobrenatural rechazaba golpes, salvaba a los comprometidos y derramaba por todo el campo de batalla la presencia de su salvaje e indómito heroísmo. No había hombre que pudiera acercarse impunemente al centro de sus furores mientras increpaba.

Desde su retiro avizorante, Pedro de Vera advierte que el titán prodigioso daría al traste y finiquito con toda su mesnada. 



Ante la gravedad del instante, Vera, llamo al cordobés Pedro de Hoces y a otros jinetes, y entre todos, siguiendo las instrucciones del General, lo acorralaron como a un toro enfurecido. Hoces, cordobés y traicionero, hiere a Doramas por la espalda derecha. Al sentirse herido de muerte, el ultimo Rey de la Gran Canaria se revuelve como fiera enloquecida y de un golpe fantástico le secciona la pierna izquierda, al tiempo que le grita en canario: 

"¡No te iras alabando, extranjero!"


Mientras, el General Vera, al verlo herido sin remedio, aprovechando que Doramas proyectaba sus furias finales contra Hoces, le clavo en el noble pecho, inmenso y desnudo, el acero verdugo de su lanza.

Doramas se supo perdido desde el propio instante; muerto ya, pero aun tuvo valor y energía para escupir a la cara a su cobarde y siniestro antagonista final, al asesino Pedro de Vera, estas palabras que la historia también recogió en todo su infinito desprecio:

"¡No eres tu quien me ha muerto, sino este traidor, por detrás! ¡A todos os beberé la sangre!"
Y cayó a tierra en el estertor final. Pidió agua; alguien creyó que bautismo. La trajeron de un goro cercano, en un sombrero alemanisco. Luego de verterla en un casco de hierro la bebió el moribundo en sus ansias finales. Y asegura la leyenda que el agua salió pura como el propio cristal por todas sus heridas y desangres.


Así murió Doramas a cosa de la mañana del noviembre de 1.481, sobre el verde faldaje y pradería del Valle de Thenoya, junto al mar.


Relato literario de Néstor Alamo (desde el dramaturgo Bartolomé Cairasco de Figueroa) sobre la leyenda tradicional de Doramas, publicado por el Instituto de Estudios Canarios  de La Laguna en el año 1959.



(1) Andamana, inteligente y hábil mujer que unificó por los pactos y la fuerza la isla de Gran Canaria, así reinando Tamarán un siglo antes.


ALLA ABAJO EN EL SUR
DE GRAN CANARIA,
DORMIDA BAJO EL SOL
HAY UNA PLAYA,
ALLI TE ESPERO,
ENTRE LAS OLAS,
ENTRE LA ARENA RUBIA
DE MASPALOMAS.

EL AGUA SALADA
Y EL BESO DEL MAR,
EL BESO, CHIQUILLA,
QUE TÚ ME HAS DE DAR,
QUE TÚ ME HAS DE DAR..,
ALLA EN MASPALOMAS
YO TE HE DE BESAR.

AY, TIRATE AL MAR,
AY, TIRATE AL MAR,
Y COJE LOS PECES
SI SABES NADAR.

YO TE HE DE QUERER,
YO TE HE DE BESAR,
ENTRE EL PALMERAL,
AY, CHIQUILLA HERMOSA,
BONITA GRACIOSA,
CANARIA MUJER.

EL SOL Y LAS ARENAS,
Y EL CIELO AZUL,
LA GLORIA DE MI TIERRA.
MASPALOMAS Y TÚ.

(las Dunas de Maspalomas hoy invadidas por un movimiento turístico de promiscuidad sexual y de degeneración del Movimiento Gay internacional, en neo-colonialismo occidental de super Sodoma. Cosa l.g.t.b.... que en el resto de África tiene poco "éxito" (sic))
http://es.scribd.com/doc/18384248/MASPALOMAS-ANOS-4050