miércoles, 11 de enero de 2012

La Guerra cristera de Mexico (1926-29), epopeya católica latinoamericana del siglo XX / CRISTIADA filme





El reciente anuncio del film "Cristiada", protagonizada por el actor cubano exiliado, Andy Garcia, entre otros, saca a relucir una de las etapas mas oscuras y silenciadas del Mexico de principios del siglo XX. Muchos intereses se conjuraron por casi un siglo, para no tocar profundamente la realidad de un tema que causo muchas más victimas que en toda la Revolucion Mexicana, iniciada en 1910. Garcia, hace el papel de Enrique Gorostieta, lider militar "cristero" de aquella gesta.

La Guerra Cristera en México fue un conflicto armado que se prolongó desde 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resistían la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia Católica.

La Constitución Mexicana de 1917 establecía una política que negaba la personería jurídica a las iglesias, subordinaba a éstas a fuertes controles por parte del Estado, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces, desconocía derechos básicos de los "ministros del culto" e impedía el culto público fuera de los templos. Algunas estimaciones ubican el número de personas muertas en 250 mil, entre civiles, efectivos de las fuerzas cristeras y del ejército mexicano.

La radicalización del gobierno callista hizo que en zonas de los estados de Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Michoacán y parte de Zacatecas, en la Ciudad de México, y en la península de Yucatán creciera un movimiento social que reivindicaba los derechos de libertad de culto en México.






La doctrina de la Iglesia es invariable porque es la verdad divinamente revelada. La protesta que los prelados mexicanos formulamos en 1917…permanece firme…la información que publicó El Universal de fecha 7 de enero en el sentido de que emprenderá una campaña contra las leyes injustas…es perfectamente cierta…el Episcopado, clero y católicos no reconocemos y combatiremos los artículos 3°, 5°, 27 y 130 de la Constitución vigente”.  J. Mora y del Rio, arzbp. Mexico / 3 Feb 1926

La dirigencia del movimiento, cercana pero autónoma respecto de los obispos mexicanos, creyó viable una salida militar al conflicto. En enero de 1927, empezó el acopio de armas; las primeras guerrillas estuvieron compuestas por campesinos.

El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez se unían más personas a las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! lanzadas por quienes fueron conocidos como los cristeros. La jerarquia catolica de Mexico veia con gran simpatia estos justos reclamos de su grey y aunque no se pronunciaba publicamente en favor de la lucha armada, en privado apoyaba y estimulaba la rebelion. El Vaticano no era ajeno a todo esto.

Sin embargo, mas adelante y en el trancurso de esa lucha, los obispos mexicanos, con muy contadas excepciones, se distanciaron rápidamente del movimiento armado, desconocieron a la Liga Católica y trataron de negociar traidoramente la paz con el gobierno de Calles. Esto se hizo con la mediación del gobierno de los Estados Unidos, quien en esos tiempos tenia una politica errada hacia los paises de Latinoamerica. Politica torpe de imposicion, que con el tiempo fue creando un sentimiento anti-norteamericano en toda el area, que habilidosamente fue capitalizada por elementos comunistas y populistas para confundir a mucha gente en esta América nuestra, algo que todavia esta vigente en algunos sectores de nuestra poblacion continental. Los errores siempre traen consecuencias y esta conducta del gobierno de EEUU por aquellos tiempos, fue una de ellas.







Los alzamientos comenzaron en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán por el año 1926, luego se sumó casi la totalidad del centro del país. El conflicto tuvo un carácter fundamentalmente rural aunque la dirección de la Liga fue eminentemente urbana. Los cálculos más optimistas consideran que hacia 1927, las fuerzas cristeras rondaban los 12 mil efectivos y dos años después, en 1929, habían alcanzado los 20 mil.

En 1928, luego de una tortuosa reforma de la Constitución de 1917 y a pesar de que la Revolución Mexicana había iniciado al grito de "sufragio efectivo, no reelección", el ex presidente Álvaro Obregón contendió como candidato virtualmente único en las elecciones presidenciales. Se decía, sin embargo, que Obregón —a diferencia de Calles— no tenía interés en continuar con el conflicto, por lo que llegaría a un acuerdo para acabar con la guerra. Obregón, sin embargo fue asesinado por el catolico José de León Toral en el restaurante "La Bombilla" en el Distrito Federal. Obregón había acudido ahí a participar de un desayuno ofrecido por los legisladores del bloque parlamentario que le apoyaba. Investigaciones forenses posteriores, afirman que Obregon recibio varios disparos por la espalda y no son pocos los que creen que su muerte fue preparada por Plutarco Elias Calles, y que Leon Toral fue solamente un "chivo expiatorio", que mas tarde fue fusilado.






Al llegar a la presidencia Emilio Portes Gil, comenzó una larga negociación, en la que participó como mediador, el recién llegado embajador estadounidense Dwight Morrow. Por su parte, la Santa Sede designó al todavía Obispo de Tabasco Pascual Díaz Barreto, como secretario del Comité Episcopal nombrándolo "intermediario oficial" para solucionar el conflicto Iglesia-Estado, a pesar de provenir de una diócesis pequeña, marginada y muy golpeada por los excesos de los gobiernos federal y estatal en la aplicación de las leyes en materia de relaciones Estado-Iglesia. Junto con el delegado apostólico señor Leopoldo Ruiz y Flores, se entrevistaron con el presidente, lic. Portes Gil, para llegar a un acuerdo el 21 de junio de 1929 sobre la cuestión religiosa.

Se logró un acuerdo de amnistía general para todos los levantados en armas que quisieran rendirse. Se acordó devolver las casas curales y episcopales, y evitar mayores confrontaciones en lo sucesivo. Sin embargo, la Liga y la mayoría de los efectivos de los ejércitos cristeros no aceptaron el acuerdo, así que estimaciones de personajes cercanos a la Liga señalan que de unas 50 mil personas involucradas directa o indirectamente en las acciones militares, sólo 14 mil depusieron las armas, aunque estas cifras han sido motivo de debate. Mas tarde muchos de los cristeros que depusieron las armas, fueron emboscados y asesinados por el gobierno. Miles de campesinos fueron asesinados por el gobierno federal, mientras El Vaticano y el alto clero mexicano "voltearon la cara", inclusive dejando cobardemente abandonados a muchos sacerdotes que combatieron junto al movimiento "cristero".








Después de esta necesaria introducción de lo que fue la Guerra Cristera o Cristiada, hablemos del jefe rebelde, general Enrique Gorostieta Velarde, tan excelentemente interpretado por nuestro Andy Garcia en la pelicula Cristiada.

Enrique Gorostieta Velarde Nació en Monterrey, Nuevo León, en 1890. Hizo sus estudios en el Colegio Militar de Chapultepec al que ingresa en dicembre de 1906. En mayo de 1911, sin haber terminado todavía sus estudios, se incorpora al servicio. Sirvió el ejército al final del regimen de Porfirio Díaz, durante el interinato de León de la Barra, durante el regimen de Madero, durante el de Huerta y después de que éste renuncia, Fue uno de los generales más jóvenes del ejército mexicano. En 1914 participa en la defensa de Veracruz. Luego luchó contra Venustiano Carranza a las órdenes del General Juan Andrew Almazán, en el noroeste del país, en incursiones desde Estados Unidos, donde estaba exiliado.

Volviendo a nuestro personaje, es necesario acotar que, en la etapa a la que nos estamos refiriendo, Gorostieta era un hombre que no se distinguía por ser un católico fervoroso, pero tampoco como un anticlerical a ultranza, pero al ver las restricciones a la libertad religiosa, se incorpora al movimiento cristero.

El valor y el genio militar de este hombre, conocido por sus soldados como "el general invencible", fueron fundamentales para la causa cristera. Sólo después de su enorme labor se pudo hablar del «ejército cristero» y no de los «ejércitos cristeros». Combatió en los estados de Jalisco, Michoacán, Colima y Zacatecas. Reorganizó y disciplinó al ejercito cristero. Murió en la Hacienda del Valle, en Atotonilco el Alto, Jalisco, en junio de 1929, apenas 19 días antes de la firma de los tratados de paz. Se oponía a éstos y expuso sus razones en un documento que escribió semanas antes de su muerte y solicitó a la LNDR que hiciera llegar a las autoridades eclesiásticas que negociaban con el gobierno. Desde el mes de mayo ya se rumoraban los acuerdos, por tal motivo el General Gorostieta fue el primero en levantar su voz en contra de lo que él llamó, no arreglos, sino traición. Se afirma que fue traicionado mediante una emboscada para que no representara un obstáculo para dichas negociaciones.







Como habrán podido apreciar en estas memorias historicas, que los cubanos no somos los unicos en la reciente historia latinoamericana traicionados por intereses politicos y religiosos. La Guerra Cristera de México es un triste ejemplo de ello.


POR GABRIEL ASTENGO cubano exiliado




7 comentarios:

  1. Desde la guerra de los Cristeros, cuando campesinos católicos se enfrentaron con las armas a las tropas del gobierno, una de las últimas secuelas de la revolución, no se registraba en México una situación de violencia de semejante magnitud.
    El horror diario alcanza las páginas de los periódicos, que ante la abundancia de hechos no pueden sino resumirlos. Doce personas decapitadas en Mérida, capital del estado de Yucatán; tres de los presuntos autores fueron capturados en las cercanías de Cancún, en poder de las hachas con que habían cercenado las cabezas de sus víctimas. Se mata por rivalidades entre bandas, por venganzas organizadas, por advertencia. No pocas veces, junto a los cuerpos mutilados, o junto a las cabezas, hay mensajes para las autoridades locales y para la policía.

    En Durango, las cabezas de dos mujeres fueron dejadas a pocos metros de las oficinas de la Procuraduría. En Nogales apareció otra cabeza en una hielera, y otra en una bolsa de basura, al lado una nota escrita con amenazas. Y las advertencias se expresan también en las llamadas "narcomantas", que amanecen colgadas de los puentes viales, en las que los traficantes denuncian la complicidad de las autoridades con determinadas bandas.

    SERGIO RAMIREZ EN ELBOOMERAN.COM

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  2. La persecución callista contra la Iglesia Católica enardeció los ánimos de los habitantes de Cuquío y el 9 de noviembre de 1926 se levantaron en armas más de trescientos hombres para repeler la opresión del Gobierno, que perseguía a muerte al párroco y a los sacerdotes, quienes anduvieron a salto de mata huyendo de un lugar a otro, esperando de un momento a otro la muerte. El padre Toribio escribió en su diario: ..."Pido a Dios verdadero mande que cambie este tiempo de persecución. Mira que ni la Misa podemos celebrar tus Cristos; sácanos de esta dura prueba, vivir los sacerdotes sin celebrar la Santa Misa... Sin embargo, qué dulce es ser perseguido por la justicia. Tormenta de duras persecuciones ha dejado Dios venir sobre mi alma pecadora. Bendito sea El. A la fecha, 24 de junio, diez veces he tenido que huir escondiéndome de los perseguidores, unas salidas han durado quince días otras ocho... unas me han tenido sepultado hasta cuatro largos días en estrecha y hedionda cueva; otras me han hecho pasar ocho días en la cumbre de los montes a toda la voluntad de la intemperie; a sol, agua y sereno. La tormenta que nos ha mojado, ha tenido el gusto de ver otra que viene a no dejarnos secar, y así hasta pasar mojados los diez días..."

    Su gran amor a la Eucaristía le hacía repetir con frecuencia esta oración: Señor, perdóname si soy atrevido, pero te ruego me concedas este favor: no me dejes ni un día de mi vida sin decir la Misa, sin abrazarte en la Comunión... dame mucha hambre de Ti, una sed de recibirte que me atormente todo el día hasta que no haya bebido de esa agua que brota hasta la Vida Eterna, de la roca bendita de tu costado herido. ¡Mi Buen Jesús!, yo te ruego me concedas morir sin dejar de decir Misa ni un solo día.

    En septiembre de 1927, el padre Toribio tuvo que retirarse y desde el cerro de Cristo Rey lloró afligido porque tenía que dejar el pueblo, decir adiós a su querido párroco; porque los superiores le ordenaban que se hiciera cargo de la parroquia de Tequila, Jalisco, lo cual no era una misión apetecible ya que el municipio era entonces uno de los lugares donde las autoridades civiles y militares más perseguían a los sacerdotes.

    No se intimidó por ello y localizó una antigua fábrica de tequila que se encontraba abandonada cerca del rancho Agua Caliente, la utilizó como refugio y lugar para seguir celebrando misas.; presintió que allí sería su muerte inevitable, y lo dijo: "Tequila, tú me brindas una tumba, yo te doy mi corazón". ENVIOS IESVS.ORG

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  3. El padre Toribio había ofrecido su sangre por la paz de la Iglesia y pronto el Señor aceptó el ofrecimiento. El Miércoles de Ceniza, 22 de febrero, el padre Toribio pidió al padre Román (su hermano) que le oyera en confesión sacramental y le diera una larga bendición; antes de irse le entregó una carta con el encargo de que no la abriera sin orden expresa. También pasó jueves y viernes arreglando los asuntos parroquiales para dejar todo al corriente. A las 4 de la mañana del sábado 25 acabó de escribir, se recostó en su pobre cama de otates y se quedó dormido.

    De pronto una tropa compuesta por soldados federales y agraristas, avisados por un delator, sitió el lugar, brincaron las bardas y tomaron las habitaciones del señor León Aguirre, encargado de la finca y unagrarista grita: "¡Este es el cura, mátenlo!" Al grito despertaron el padre y su hermana y él contestó asustado: "Sí soy... pero no me maten"... No le dejaron decir más y dispararon contra él; con pasos vacilantes y chorreando sangre se dirigió hacia la puerta de la habitación, pero una nueva descarga lo derribó. Su hermana María lo tomó en sus brazos y le gritó al oído: "Valor, padre Toribio... ¡Jesús misericordioso, recíbelo! y ¡Viva Cristo Rey!" El padre Toribio le dirigió una mirada con sus ojos claros y murió.

    Estando muerto ya su hermano, la amarraron espalda con espalda con el cadáver, en tanto armaban una camilla de ramajes para transportar el cuerpo del Padre Toribio.

    Los verdugos lo despojaron de sus vestiduras y saquearon la casa para después llevarse presa a su hermana María a pie hasta el poblado de “La Quemada”, sin permitirle que sepultara a su hermano, pero antes habían pasado frente a la presidencia municipal con el cadáver del Mártir Toribio sobre la camilla improvisada con palos que transportaban unos vecinos, pero ahí, los soldados que, además, iban silbando y cantando obscenidades al tiempo que los demás rezaban.

    María, ya liberada de su breve aprisionamiento, descalza, así como estaba, viajó a pie hasta Guadalajara, a casa de sus padres, para aislarse del odio, cobijarse en el amor paterno y llorar con los suyos la pérdida de su “querido niño”.

    La familia Plascencia consiguió permiso de velarlo en su casa y al día siguiente, domingo 26 de febrero, con mucha gente que rezaba y lloraba, lo sepultaron en el panteón municipal.

    Pasados algunos días su hermano el Padre Román, obediente, abrió la carta en Guadalajara, encontrándose con que era el testamento del Padre Toribio y leyó su contenido: "Padre Román, te encargo mucho a nuestros ancianitos padres, haz cuanto puedas por evitarles sufrimientos. También te encargo a nuestra hermana Quica que ha sido para nosotros una verdadera madre... a todos, a todos te los encargo. Aplica dos misas que debo por las Almas del Purgatorio, y pagas tres pesos cincuenta centavos que le quedé debiendo al señor cura de Yahualica..." ENVIOS IESVS.ORG

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  4. Nada mas horrendo sea cual sea la causa miles de inocentes murieron en esa guerra absurda

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  5. Excelente publicación. Gracias. Nuestra Iglesia necesita militantes de esa madera sobre todo en la vida consagrada, que irradien la figura de Cristo y la Misericordia del Padre

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  6. como encontrar el registro de un pariente que murio en la guerra en esa epoca era sacerdote solamente se que murio en san luis potosi su nombre era luis orlando ferrini zamora

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