miércoles, 5 de diciembre de 2012

DE LAS CARTAS CAMPANADAS de Escrivá de Balaguer el auténtico (el demonio XXI bis, testimonio)


escritas como su testamento eclesial entre 1973 y 1974 han sido ocultadas por la Obra heredera


«Debéis siempre estar alerta: vigilate et orate, siempre serenos, con la alegría, la paz y la valentía del que está en la rectitud. No podemos callar, porque esta Madre nuestra, la Iglesia Santa de Dios, es y será – aunque pasen los años – menor de edad; y necesita que sus hijos la defiendan veritatem facientes in caritate: viviendo la verdad en la caridad, yo he escrito al Santo Padre tres veces, y una cuarta hoy, porque es necesario quitarse el cieno de encima.» (Carta de San Josemaría en EF-651002-1 con respecto a los errores doctrinales tras el Concilio Vaticano II)


"Hijas mías, vengo a deciros que la Iglesia va muy mal, va al desastre. Lo que os digo es que pidáis por la Iglesia, porque está muy mal. Este Concilio es el concilio del diablo". (Tertulia)


«Es tiempo de deslealtad, de traición, de herejía. Y las herejías salen de las bocas que deberían decir la verdad; gentes que habían de dar testimonio de la fe y dan testimonio de la duda; personas que deberían ser fortaleza para los demás y son debilidad; almas que, según el Evangelio, tendrían que ser sal de la tierra, y son corrupción del mundo.» (Carta 1969)




como todos debieran saber,  San Jose María reventó orante vaticanal en Junio del 75



LAS CAMPANADAS: «Se están causando voluntariamente heridas en su Cuerpo [místico, la Iglesia], que va a ser muy difícil restañar. Nos dirigimos a la Trinidad Beatísima, Dios Uno y Trino, para que se digne acortar cuanto antes esta época de prueba. Lo suplicamos por la mediación del Corazón Dulcísimo de María; por la intercesión de San José, nuestro Padre y Señor, Patrono de la Iglesia universal, a quien tanto amamos y veneramos; por la intercesión de todos los Ángeles y Santos, cuyo culto algunos intentan extirpar de la Iglesia Santa.»


«[…] La Santa Misa es el centro y la raíz de nuestra vida interior, es el momento supremo para adorar, para romper en acción de gracias, para invocar, para desagraviar. Algunos se afanan todo lo posible por arrancar, del dogma, la certeza de esa renovación incruenta del Sacrificio divino del Calvario. ¡Razón de más para que nosotros cuidemos con especial tesón vivir la Misa bien identificados con Cristo Señor Nuestro, que es el Sacerdote principal y la Víctima!» 

«[Hay] almas que abandonan las prácticas religiosas porque ahora se difunde impunemente propaganda de toda clase de falsedades, y resulta en cambio muy difícil defender la ortodoxia sin ser tachados — dentro de la misma Iglesia, esto es lo más triste — de extremistas o exagerados. Se desprecia, hijos míos, a los que quieren permanecer constantes en la fe, y se alaba a los apóstatas y a los herejes, escandalizando a las almas sencillas que se sienten confundidas y turbadas.» 




qué diría hoy este gran maño, de los opusinos degenerados de hoy? NINGUN GRUPO ACTUAL SOBREVIVE NI DOS LUSTROS A SUS FUNDADORES





"No olvidéis el particular empeño que pone en estos tiempos el demonio, para lograr que los fieles se separen de la fe y de las buenas costumbres cristianas, procurando que pierdan hasta el sentido del pecado con un falso ecumenismo como excusa. Deseamos, tanto como el que más lo desee, la unión de los cristianos: y aun la de todos los que, de alguna manera, buscan a Dios. Pero la realidad demuestra que en esos conciliábulos, unos afirman que sí y —sobre el mismo tema— otros lo contrario. Cuando —a pesar de esto— aseguran que van de acuerdo, lo único cierto es que todos se equivocan. Y de esa comedia, con la que mutuamente se engañan, lo menos malo que suele producirse es la indiferencia: un triste estado de ánimo, en el que no se nota inclinación por la verdad, ni repugnancia por la mentira." (Carta del 14 de febrero de 1974)


«En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituidas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.» (Carta al Generalísimo Franco, 23-V-1958)


«Nos sentimos obligados a resistir a estos nuevo modernistas – progresistas se llaman ellos mismos, cuando de hecho son retrógrados que tratan de resucitar las herejías de los tiempos pasados -, que ponen todo en discusión desde el punto de vista exegético, histórico, dogmático, defendiendo opiniones erróneas que tocan las verdades fundamentales de la fe, sin que nadie con autoridad pública [el Papa] pare y condene reciamente sus propagandas.» (Carta, 28-III-1973)






"Yo obedezco rendidamente en todo lo que han dispuesto para la celebración de la nueva Misa, pero echo de menos tantas rúbricas de piedad y de amor que se han quitado: por ejemplo, el beso a la patena, en el que se ponía tanto amor – para que Él se lo encontrara. Pero hemos de saber obedecer viendo la mano de Dios, y tratando al Señor con delicadeza... ¡No le robemos nada de tiempo con este asunto... Pero guardad los misales y los ornamentos,
 porque volverá la misa de toda la vida, la de San Pío V! " (Carta a los sacerdotes, 1968)

«Si se le quita la Transubstanciación a la Misa... Esta palabra es de una importancia capital, porque al suprimirla se omite la presencia real y deja, por tanto, de haber víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No sólo molesta a los nuevos herejes... Al que molesta mucho más es al demonio.» (Tertulia 16-VI-1971)

«Hay, por desgracia, toda una fauna inquieta que está creciendo en esta nueva época a la sombra de la falta de autoridad y de la falta de convicciones, y al amparo de algunos gobernantes [obviamente de la Iglesia], que no se han atrevido a frenar públicamente a quienes causaban tantos destrozos en la viña del Señor.» (Carta 14-II-1974)


"(...) no os dejéis desanimar por doctrinas diversas y extrañas; lo que importa sobre todo es fortalecer el corazón con la gracia de Jesucristo. (Hebr. 13, 9) – Somos los elegidos para iniciar la conversión de la Iglesia, hoy en manos del demonio, que la pudre por dentro -." (Crónica)


No hay duda de que el Opus, en los años posteriores, no guardó en sus mandos intermedios una actitud igual de fidelidad a los principios que parecen defender las palabras de su fundador aquí reproducidas. EN http://blogs.periodistadigital.com/plano-picado.php




3 comentarios:

  1. Roma teme a los españoles desde hace siglos, porque sabe que una vez que han comprendido claramente las cosas, son terriblemente consecuentes con la verdad conocida, y van hasta el fin del mundo para defenderla, sin darse a componendas.

    Las autoridades conciliares sabían perfectamente que en España, en los años 60-70, la FSSPX no suponía peligro alguno, tanto por su incoherencia doctrinal, como por el carácter insoportablemente francés que aún mantiene. Lo que realmente les asustaba era que esos salvajes españoles plantearan precisamente el quid de la cuestión: ¿Sigue la Iglesia conciliar siendo la Iglesia católica? Y acabaran decantándose masivamente por la negativa.
    Primero intentaron orientar la oposición hacia una vía de garaje mediante falsas apariciones como las del Palmar o las del Escorial, en que intervinieron hasta los servicios de Inteligencia de la época.

    Y puesto que ello no era suficiente, encargaron al Opus su gran misión:

    Recuperar para la iglesia conciliar esa gran masa de católicos todavía sumida en la perplejidad y la inacción tanto por no comprender claramente la situación, como por carecer, de momento, de jefe que pudiera aglutinarlos. Había que actuar rápido, antes de que tuvieran una idea clara, y un jefe eficaz, porque entonces, nadie los pararía, y se llevarían buena parte del mundo hispánico con ellos.
    Para atender la población más o menos conciliarizada, ya estaban creaciones como los kikos, y fenómenos locales como Toledo no eran suficientes para controlar esa pleamar.

    Así que el Opus se guardó en el bolsillo las campanadas y lo demás, a cambio de reducir poco a poco esa masa inquieta a un rebaño ignorante y sobre todo, muy obediente.

    El éxito ha sido rotundo, y muy rentable, hasta que Internet ha permitido que muchos católicos vayan conociendo lo que se supone debían ignorar. ¿Se apuntará el Opus a un Movimiento de Oxford? Comentario por Fray Eusebio de Lugo

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  2. Y yo sin embargo creo que si de verdad se viviese la fe según la expone el Concilio Vaticano II -sin reduccionismos laicistas ni rechazos tradicionalistas-, la Iglesia católica iría sanando...

    Nada debo tener contra los que desean en todo momento la celebración de la Eucaristía según el modo anterior a la reforma litúrgica del Vaticano II -popularmente, misa "en latín o tridentina"-, pero creo que si es celebrada con la "solemnidad" debida y el respeto debido y siguiendo el Nuevo Misal, la Eucaristía según el llamado "Novus Ordus" es digna de lo que celebra: la Pascua del Cordero que se inmola por los pecados del mundo.

    Me parece.

    Nota: estos escritos deberías mandarlos a "Atrio". No creo que ni te contesten, pero igual deberías insistir en que te den una respuesta de por qué no. O igual sucede el milagro de que te los reproducen.

    Postdata: algunos problemillas técnicos impiden que mi blog pueda circular bien por Internet; es una pena, ahora que había decidido con ganas renovadas darle de nuevo alas...

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  3. Hacer las cosas sagradas al buen tun tun, no es la mejor forma de honrar el ministerio.
    Entiendo poco de esas cosas, pero creo que lo bien hecho, bien está y que lo mejor es enemigo de lo bueno.
    Gracias Alex por tu denuedo
    Ya quedamos pocos, pero guenoz

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