martes, 18 de diciembre de 2012

prostitución letrinoamericana, gran cáncer moral de catolilandia degenerada SIN JUSTICIA


Unas 60.000 mujeres son víctimas de la explotación sexual en Argentina, forzadas a ejercer la prostitución en al menos 8.000 prostíbulos diseminados por todo el territorio. Pero ninguna persona ha sido condenada hasta ahora por el delito de trata.
Con semejante escenario, Argentina aguardaba esta semana el desenlace de uno de los casos más emblemáticos sobre tráfico de personas que recuerde el país gracias a la lucha de una mujer, Susana Trimarco, que lleva más de una década buscando a su hija María de los Ángeles (“Marita”) Verón, desaparecida el 3 de abril de 2002 en la provincia norteña de Tucumán cuando tenía 23 años.
La expectación social se transformó en conmoción y rabia cuando se dio a conocer el fallo judicial. El trío de magistrados encargado del caso absolvió por unanimidad a los 13 acusados, algunos ex policías, que habían sido imputados por el secuestro y explotación sexual de Marita Verón. Miles de personas salieron a manifestarse en varias ciudades del país, protestas que se volvieron violentas en Tucumán y en la capital argentina.


"Sabemos que el fallo de absolución a los 13 imputados en el caso de Marita Verón se trata, no solo de un acto de crueldad particular, de falta de respeto hacia una madre y una hija que piden justicia, sino que nos encontramos ante un acto de corrupción judicial y política hacia la Nación entera." 


“No, no esperaba esa sentencia”, reconoce Susana Trimarco, el rostro más visible en Argentina de la guerra contra la trata de personas. “¿Cómo iba a esperar semejante injusticia? Pero por cosas que fueron pasando en los diez meses que duró el juicio, se nota que el tribunal fue demasiado complaciente con los acusados”, observa.
La sentencia de la Cámara Penal de Tucumán es el último varapalo de un sistema judicial que despierta toda su desconfianza. “Hace más de 10 años que vengo reclamando por mi hija, por que investiguen”. Ahora emprenderá un juicio político contra los tres jueces. “Todavía no he escuchado sus fundamentos, pero para mí hay algo raro. He recibido cartas diciendo que los magistrados habían sido comprados por los acusados. Hay que investigar”, sostiene.


Es testigo de esta lucha su nieta de 13 años, Micaela Sol, hija de Marita Verón. “Micaelita se ha criado durmiendo en un banco y en un rincón de la entrada de los tribunales esperando que me dieran una respuesta de cómo iba la investigación de mi hija”, indica.
“En la actualidad se están tomando muchas medidas para perseguir el delito de trata de personas, desde el punto de vista de las fuerzas de seguridad y desde organismos judiciales”, admite. “Pero todavía falta bastante por hacer, en particular en las investigaciones por parte de los fiscales, para que se desarticulen las redes delictivas y se condene a los tratantes”.
La “complicidad de muchos funcionarios judiciales y políticos” con la explotación sexual, según sus propias palabras, ha intentado boicotear su búsqueda desde el principio. Trimarco contó durante el juicio cómo los obstáculos comenzaron en el mismo momento de interponer la denuncia en comisaría. Primero le indicaron que la denuncia debía presentarla el marido de Marita. “Después nos dicen que no tenían papel (...) Después que no había cinta, que estaban las ruedas pinchadas, que no tenían nafta [gasolina]. Mi marido le hizo arreglar la rueda y les dio plata para la nafta, y asi logramos que se mueva la policía”, contó por entonces.


Tras recibir una llamada anónima que la puso sobre la pista de las redes de trata, y consciente de que se movía en terreno peligroso, Trimarco decidió investigar por su cuenta. Se infiltró como supuesta proxeneta en cuatro prostíbulos y así conoció de primera mano aquel submundo del que pudo rescatar, sólo en los primeros cuatro años, a 129 mujeres.
Mientras Trimarco intentaba dar con el paradero de Marita Verón, su caso empezó a recibir cierta atención pública. En 2007 constituyó una fundación que lleva el nombre de su hija, María de los Ángeles, y que hasta ahora ha salvado a más de 400 mujeres de las bandas de explotación sexual.
“En el camino que llevo andando en estos casi 11 años, descubrí este delito aberrante y no podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo las víctimas sufrían la desprotección luego de ser rescatadas. Por eso creé la fundación, para darles asistencia integral. Desde hace cinco años seguimos por ese camino”, concluye.


Trimarco ha sido víctima de dos intentos de asesinato y de varias amenazas de muerte. No han sido suficientes para detenerla. “Buscando a mi hija he viajado a España y he rescatado a muchas chicas en Burgos. Las redes de trata operan a nivel mundial y ningún país está libre de ella”, advierte. Redes sobre las víctimas
Según la Oficina de Rescate y Acompañamiento, organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, más de 3500 víctimas han sido rescatadas en unos 1700 procedimientos judiciales desde la sanción de la Ley de Trata de Personas en 2008.
Entre los funcionarios judiciales y las fuerzas de seguridad hay además mucha resistencia para investigar, “al margen de los esfuerzos del Ministerio de Seguridad y del Gobierno a capacitarse, a sensibilizarse, y a intervenir en el delito de trata de la manera correcta”.

JUECETES CHULESCOS ABSOLVEDORES IMPUNES DE CORRUPTOS Y CRIMINALES

"Estoy más fuerte que nunca. Es una vergüenza para la argentina que estos tres jueces estafadores que dejaron libres a los 13 delincuentes.  No voy a parar hasta pedir el juicio político para estos jueces estafadores".

Además, la madre de Marita Verón reveló que "recibí una carta anónima de un funcionario judicial que me dijo que no esperara justicia porque le habían pagado mucho dinero a estos jueces. Sacaban la causa de mi hija del tribunal y la trasladaban a una quinta."

"El pueblo de Tucumán y de la Argentina no lo puede creer. No voy a parar a que estos tres tipos sean enjuiciados".


Luján Araujo explica que existe un procedimiento sobre cómo asistir a las víctimas. “Las fuerzas intervinientes a veces tratan a las víctimas como prostitutas en caso de explotación sexual, cuando hay un protocolo de cómo acercarse a las víctimas, que son amenazadas y entrenadas sobre lo que tienen que decir a la hora de ser interrogadas por las autoridades”.
Las mujeres son secuestradas en las regiones norteñas más pobres y llevadas a las ricas del centro y el oeste. Las provincias del norte de Argentina (Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Salta, Jujuy), más vulnerables económicamente, son las llamadas “regiones de origen”, de donde provienen la mayoría de las mujeres sometidas a las redes de trata.
Las provincias de destino, en cambio, son las más desarrolladas económicamente: Buenos Aires, Córdoba y Mendoza (centro y oeste del país), “y el cordón petrolero en la Patagonia donde están los trabajadores de petróleo con alto poder adquisitivo”, aclara la portavoz de la fundación, que se financia con fondos públicos y privados.
La organización Casa del Encuentro estima que todavía existen en Argentina más de 700 mujeres y niñas desaparecidas víctimas de las mafias de trata. EXTR. PUBLICO.ES


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