Mi isla no es la alegre mulata que conocen los turistas, con un marpacífico enredado entre sus cabellos lacios, piel de melao y caderas de contrabajo.
Mi isla no son los carros antiguos, ni los mojitos, ni los tabacos, ni la cara del Che, ni los Viva Fidel en las fachadas a punto de desplomar.
Esa es la postal que venden de mi isla y la que tantos compran.
No....mi isla es un médico al que hacen trabajar como esclavo y le pagan como méndigo.
Mi isla es una madre que dia a dia hace lo que puede por alimentar a sus hijos.
Mi isla es un padre que tiene que robar para traer algo a casa.
Mi isla es un abuelo desprotegido que se refugia en recordar que hubo una vez en que el pan con bistec costaba 10 centavos, y los mercados estaban abarrotados.
Mi isla es el epítome de la nostalgia y del deseo contrapuesto con el desgano.
Mi isla son las largas noches de estómagos vacíos y alumbrones por ratos.
Mi isla son esos tíos que nos cuentan la verdadera historia de Cuba, ...la del Martí anticomunista, no la reinventada.
Mi isla es un dominó en el que se aborda descarnadamente la calamitosa situación del país, no la inflada de las Mesas Redondas.
No, mi isla no es una postal donde se dicen que todos somos felices... está muy lejos de serlo.
Mi isla esta llena de universitarios, de artistas, de músicos, de científicos e intelectuales, que viven sumidos en la frustracion y la desesperanza.
Mi isla es una mina de oro, un diamante en bruto, una inagotable fuente de placer y riqueza para unos pocos.
.....y un húmedo y caluroso calabozo para la mayoría!
TOMADO DE LA RED por Alejandro Martinez
en CON LOS CUBANOS DEL EXILIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario