Ricardo Angoso:¿Cómo juzga la reciente decisión de prorrogar en la presidencia, sin mandato constitucional, a Hugo Chávez?
Pedro Carmona: No hay un solo jurista
independiente y serio, de los tantos que han analizado el tema, entre
ellos ex Magistrados y ex Constituyentes, que no consideren la decisión
de la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo sobre la continuidad del
mandato de Hugo Chávez y de Maduro, sin juramentación del primero, como
una abierta contravención a lo dispuesto en los artículos 231 y 233 de
la Constitución venezolana. El período constitucional terminó el 10 de
enero, y ese día comenzó otro, y en el peor de los casos, de no convocar
a nuevas elecciones en 30 días como correspondía, hubiesen podido optar
por una figura más defendible, de declarar la ausencia temporal del
presidente electo, y juramentar a de Diosdado Cabello, Presidente de la
Asamblea Nacional, por un período de 90 días, prorrogable por un máximo
de 90 días más, luego de lo cual la ausencia se haría absoluta y habría
que convocar a elecciones. La negativa oficialista a conformar una
comisión médica que evalúe el estado del paciente y determine si hay
falta temporal o absoluta, ha complicado la incertidumbre.
(...)
Como si fuera poco, todas las determinaciones están siendo adoptadas en
La Habana de la mano de los hermanos Castro, en el peor caso de entrega
de soberanía de que tenga recuerdo la historia de Venezuela como país
independiente. ¿Por qué tanto celo de la comunidad internacional en el
caso apegado a derecho de la sustitución de Lugo en Paraguay, o en el de
Zelaya en Honduras, y tanta permisividad con respecto a Venezuela, en
especial de parte de los países del Mercosur, organismo del cual es
miembro Venezuela, organismo, que cuenta con una explícita cláusula
democrática en el Protocolo de Ushuaia?
R.A.: En este sentido, ¿esperaba el
resultado que finalmente arrojaron las elecciones presidenciales de
octubre cuando Chávez “arrasó”? ¿Cree que hubo fraude?
P. Carmona: Fraude no es solo el electrónico,
que lo hubo, sino colocar los recursos del Estado al servicio de una
candidatura. Fraude también es utilizar el poder del Estado como gran
empleador, intimidando a funcionarios públicos y a contratistas del
Estado. Fraude es el voto dirigido, pues se evidenció cómo se llevaba a
gente de estratos humildes a votar, y una persona se encargaba en la
máquina de votación, de indicarles cómo y por quién debían hacerlo.
Fraude es, en definitiva, atemorizar a la gente a no recibir prebendas,
becas, viviendas por parte del Estado, si se sufragaban por la
oposición. Como si fuera poco, la oposición no tuvo acceso al registro
electoral permanente para conocer su contenido, lo convierte en una caja
negra. En resumen, son que le restan transparencia al proceso
electoral, y que contribuyen a desmoralizar al votante, pues considera
que no hay garantías de respeto a la voluntad popular. En lo personal,
considero que el sistema electoral es asimétrico, ventajista, pero
alenté a votar para evitar una victoria aún mayor, es decir, la
conquista de todos los espacios por parte del régimen.
P. Carmona: Capriles fue un buen candidato, realizó un verdadero “milagro”;
de ser una figura de carácter regional se convirtió en una figura
nacional que arrastró entusiasmos y voluntades. Sin embargo, creo que el
reconocimiento temprano, sin espacios para auditorías e informes de la
mano de los testigos desconcertó, y tampoco se enfrentó con firmeza el
ventajismo oficialista. Probablemente el resultado habría favorecido al
gobierno, pero la matriz de opinión que se ha conformado se inclina a
que la oposición ha sido débil en denunciar un sistema ventajista y
fraudulento que en definitiva debe modificarse, porque solo beneficia a
los intereses de una tendencia. Funcionarios públicos participando
abiertamente en la campaña electoral por el oficialismo, todos los
recursos del fisco en manos de dicha fuerza política sin control, un
árbitro que no es árbitro porque les pertenece, y la compra de
conciencias y de votos, son un hecho inadmisible.
R.A.: ¿Comparte el discurso que asegura que en lo económico el régimen de Chávez es un desastre?
P. Carmona: Totalmente. El motor de la
economía venezolana bajo este régimen es el gasto público y el mismo
está asociado al petróleo. El desastre económico es mayúsculo y el país
está pagando un alto coste por ello. Tenemos la más alta tasa de
inflación de América Latina, y un creciente nivel de endeudamiento. No
han bastado los 1.5 billones de dólares que ha recibido el régimen
durante estos catorce años, sino que el endeudamiento se ha multiplicado
por siete. Y como si fuera poco, se han hecho ventas de petróleo a
futuro a China, que significan una hipoteca para las nuevas
generaciones. Un modelo despilfarrador y corrupto requiere un flujo de
caja elevado, pues es necesario sufragar subsidios irracionales, dádivas
generosas a otros países a cambio de solidaridades, inmensas pérdidas
de las empresas del Estado, e importaciones crecientes para paliar la
destrucción del aparato productivo nacional. El Estado se ha mostrado
ineficiente para dirigir las empresas que ha asumido bajo su control. El
petróleo es el único factor que ha permitido sostener este modelo, pero
tiene sus límites. Otro factor es el tipo de cambio artificial de la
moneda: el dólar se transa oficialmente a BsF 4,30, mientras que en la
calle está en 18. La gasolina virtualmente se regala, y ello le cuesta
al país entre 12.000 y 19.000 millones de dólares por año. Hay mucha
irracionalidad económica y uno se pregunta hasta dónde esta situación es
sostenible.
¿Parece que Nicolás Maduro se ha convertido en el “heredero”, en una pieza fundamental del régimen, es así?
P. Carmona: Maduro es el ungido por Chávez
para tratar de mantener la cohesión del régimen, pues ha pedido al
pueblo que si falta, voten por él, ello con el beneplácito del régimen
cubano. Es probable que si se produce la ausencia absoluta del caudillo,
aflorarán luchas de poder dentro del propio chavismo: el ala
militarista, o el ala ortodoxa cubana. No hay que olvidar que en
Venezuela no solo está en juego el destino político del país, sino de
poderosos intereses geopolíticos y económicos de alcance universal. Lo
ocurrido el pasado 10 de enero, fecha en que Maduro con el respaldo de
los poderes públicos asume la Vicepresidencia sin juramentación del
Presidente, en abierta violación a la Constitución, hace ver que la
palabra y poder del caudillo aún pesan. El desfile de mandatarios
latinoamericanos por La Habana, nueva capital de Venezuela, y por
Caracas, a avalar el nuevo golpe de Estado es lamentable, y revela una
compleja situación política nacional.
R.A.: ¿Cree usted que las Fuerzas Armadas venezolanas están divididas en este momento o, por el contrario, hay divisiones?
P. Carmona: No tengo elementos de juicio para
juzgar que puede estar ocurriendo dentro de la Fuerza Armada, pero sí
una reflexión de sentido común: ¿Cómo pueden los militares venezolanos
estar contentos con la destrucción de su propia institución, con un
proceso extremo de ideologización, que la hace vulnerable y la convierte
en un partido político armado? El precepto constitucional de que la FA
está al servicio de la nación y no de persona o parcialidad política
alguna, ha quedado en letra muerta. La corrupción y denuncias de toda
clase de negociados, incluyendo vínculos de oficiales con el
narcotráfico, son de conocimiento público. Imagino por tanto, que
quedarán oficiales dignos que ven a la institución militar fracturada y
puesta al servicio de un partido político, con una cúpula militar
abyecta, plegada al régimen, gracias a prebendas, poder y dinero. Los
Ministros de Defensa hacen discursos políticos que dejan perplejo,
subordinando a la FA a la causa chavista de una forma servil, y no al
servicio de la Nación, como lo estipula la Carta Magna.
R.A.:Se ha hablado mucho de la
relación entre Venezuela y ETA, hasta recientemente se ha visto a un
etarra fugado de la justicia en un paraíso caribeño, ¿qué información
tiene de esta supuesta conexión?
P. Carmona: Los argumentos están ahí: es
innegable que miembros de ETA recibieron acogida en Venezuela, e incluso
algunos de ellos llegaron a formar parte de equipos de gobierno. Más
allá de esas evidencias, hay especulaciones. Pero las relaciones entre
ETA y las FARC han existido, incluso entrenamientos, algunos de los
cuales se habrían producido en territorio venezolano.
R
.A.: Lo que nunca quedo claro de
aquellos sucesos es de quien fue la responsabilidad en las 19 muertes
que hubo, ¿qué puede decirnos de este asunto?
P. Carmona.: Han reescrito la historia a través
de muchos recursos que financiaron libros, documentales y columnistas.
Pero no se puede cambiar la historia, ya que quedaron documentos,
fotografías y vídeos que muestran lo que realmente ocurrió. Para ellos,
falsear la masacre de Puente Llaguno era fundamental. Sin embargo, en la
conciencia venezolana y del mundo está claro quiénes fueron los
responsables ese episodio que costó la vida de 19 personas inocentes.
Hay muchos testigos y material que documenta cómo asesinaron a
participantes en la marcha cívica y pacífica del 11 de abril, sin un
arma. Yo acostumbro concluir mis artículos con una frase: “Para la
verdad del tiempo, para la justicia Dios”. El chavismo nunca permitió
constituir una comisión de la verdad, pero algún día se evidenciarán los
responsables de tales acontecimientos. Y cómo los asesinos fueron
declarados héroes por régimen, bajo el argumento de que habían actuado
en legítima defensa. Los crímenes de lesa humanidad no expiran. COMPILADO EN PERIODISMOSINFRONTERAS.COM