Un
          sueño, que surge de la devoción a la Sagrada Familia y del
          amor heroico de un
          hombre ofreciera su vida a Dios y de todos los que le
          siguieron. 
Gaudí
          estuvo 46 años construyendo un único proyecto, sin
          presupuesto, financiado por
          la Divina Providencia, que no vería terminado en vida. Eso es
          fe. Confianza en
          que si hacemos la Voluntad de Dios, todo llegará a buen
          puerto. Porque aunque
          cuestan y parecen imposibles, las obras de Dios siempre nos
          dejarán
          maravillados.
En
          menor medida, los padres de familia, también son fundadores en
          la Ciudad de
          Dios. Así como existe la Casa de David, también existirá la
          tuya y tu
          descendencia física y espiritual serán tan grande como tu
          santidad/Caridad.
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una
          iglesia monumental
          iniciada el 19 de marzo de 1882 a partir del proyecto del
          arquitecto diocesano Francisco
          de Paula del Villar (1828-1901). A finales de 1883, se encargó
          a Gaudí la
          continuación de las obras, labor que no abandonó hasta su
          muerte, en 1926. A
          partir de entonces, varios arquitectos han continuado la obra
          siguiendo la idea
          original de Gaudí. 
El edificio está situado en el centro de Barcelona, y con los años se ha convertido en uno de los signos de identidad más universales de la ciudad y del país. Anualmente es visitado por millones de personas, y también son muchas las que estudian su contenido arquitectónico y religioso. 
El templo siempre ha sido expiatorio; es decir, desde sus inicios, hace ahora más de 131 años, se construye a partir de donativos. En este sentido, el propio Gaudí dijo: "El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo". La construcción continúa y se podría terminar durante el primer tercio del siglo XXI.
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| UN ARZOBISPETE CON HOSPITALES ABORTORIOS Y progre-naziCATALANISTA | 
El templo siempre ha sido expiatorio; es decir, desde sus inicios, hace ahora más de 131 años, se construye a partir de donativos. En este sentido, el propio Gaudí dijo: "El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo". La construcción continúa y se podría terminar durante el primer tercio del siglo XXI.
Tras
            asumir el proyecto en
            1883, Gaudí construye la cripta, que termina en 1889.
            Mientras inicia las obras
            del ábside (y del claustro), los trabajos siguen a buen
            ritmo gracias a los
            donativos recibidos. Cuando se recibe un importante donativo
            anónimo, Gaudí se
            plantea hacer una obra distinta y mayor: desestima el
            antiguo proyecto
            neogótico y propone otro nuevo, más monumental e innovador,
            tanto en lo que se
            refiere a las formas y las estructuras como a la
            construcción. El
              proyecto de Gaudí consiste en una iglesia de grandes dimensiones,
          con planta de cruz
          latina y torres de gran altura; y concentra una importante
          carga simbólica,
          tanto en forma arquitectónica como escultórica, con el
          objetivo final de ser
          una explicación catequística de las enseñanzas de los
          Evangelios y de la
          Iglesia.
          
En 1892 empieza los cimientos para la fachada del Nacimiento porque, según manifiesta el propio Gaudí: "Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada y turgente, hubiera empezado por la de la Pasión, dura, pelada y hecha como de huesos, la gente se habría retraído".
En 1892 empieza los cimientos para la fachada del Nacimiento porque, según manifiesta el propio Gaudí: "Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada y turgente, hubiera empezado por la de la Pasión, dura, pelada y hecha como de huesos, la gente se habría retraído".
En el ángulo sudoeste del
          templo, en 1909 Gaudí
          construye las Escuelas Provisionales de la Sagrada
              Familia, destinadas a los hijos de los trabajadores de
          la Sagrada Familia y a
          los niños del barrio que forman parte de su parroquia.
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| y al ARGENTINETE LISTO TREPA GAUDINO Gueilburt TODO ESTO LE SUENA A FLAUTA (progrelamepingas bergogliano?) | 
 Desde
          1914, Gaudí de dedica
          exclusivamente a construir el Templo Expiatorio de la Sagrada
          Familia, lo que
          explica que no haya otros trabajos suyos importantes en los
          últimos años de su
          vida. Se implica tanto en ello, que en los últimos meses llega
          a residir junto
          a su obrador, en un espacio situado
          al lado del ábside, dedicado a taller de maquetas a escala,
          elaboración de
          planos y dibujos, realización de diseños, estudio de
          esculturas y tomas
          fotográficas, entre otras cosas.
          
En 1911 proyecta la fachada de la Pasión y en 1923 la solución definitiva de las naves y cubiertas. Pero las obras avanzan despacio, y sobre ello Gaudí dice: "No hay que lamentar que yo no pueda terminar el templo. Yo me haré viejo, pero otros vendrán detrás de mí. Lo que hay que conservar siempre es el espíritu de la obra, pero su vida tiene que depender de las generaciones que se la transmiten y con las que vive y se encarna".
          
El 30 de noviembre de 1925, se termina la construcción del primer campanario de la fachada del Nacimiento, dedicado a san Bernabé, de 100 m de altura. Éste es el único que Gaudí ve construido, ya que el 10 de junio de 1926 muere debido a un trágico accidente ocurrido tres días antes, al ser atropellado por un tranvía. El día 12 es enterrado en la capilla del Carmen de la cripta del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, donde aún hoy descansan sus restos.
En 1911 proyecta la fachada de la Pasión y en 1923 la solución definitiva de las naves y cubiertas. Pero las obras avanzan despacio, y sobre ello Gaudí dice: "No hay que lamentar que yo no pueda terminar el templo. Yo me haré viejo, pero otros vendrán detrás de mí. Lo que hay que conservar siempre es el espíritu de la obra, pero su vida tiene que depender de las generaciones que se la transmiten y con las que vive y se encarna".
El 30 de noviembre de 1925, se termina la construcción del primer campanario de la fachada del Nacimiento, dedicado a san Bernabé, de 100 m de altura. Éste es el único que Gaudí ve construido, ya que el 10 de junio de 1926 muere debido a un trágico accidente ocurrido tres días antes, al ser atropellado por un tranvía. El día 12 es enterrado en la capilla del Carmen de la cripta del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, donde aún hoy descansan sus restos.
En 1930 se terminan los campanarios de la fachada del
          Nacimiento y en 1933
          quedan finalizados el portal de la fe y el ciprés central. 
          
En julio de 1936, a raíz del levantamiento militar y la Guerra Civil Española, unos revolucionarios incendian la cripta, queman las Escuelas Provisionales de la Sagrada Familia y destruyen el obrador. En aquellos momentos, se pierden los planos, los dibujos y las fotografías originales, y algunas de sus maquetas de yeso a escala queda hechas añicos. Pero hay que resaltar que desde la intervención de Gaudí en 1883, y pese a aquellos actos vandálicos, la construcción del templo no se ha detenido y siempre ha respetado la voluntad de la idea original del arquitecto.
En julio de 1936, a raíz del levantamiento militar y la Guerra Civil Española, unos revolucionarios incendian la cripta, queman las Escuelas Provisionales de la Sagrada Familia y destruyen el obrador. En aquellos momentos, se pierden los planos, los dibujos y las fotografías originales, y algunas de sus maquetas de yeso a escala queda hechas añicos. Pero hay que resaltar que desde la intervención de Gaudí en 1883, y pese a aquellos actos vandálicos, la construcción del templo no se ha detenido y siempre ha respetado la voluntad de la idea original del arquitecto.
Un momento importante es el año 1955, cuando se lleva a cabo
          la primera
          "colecta": un día entero dedicado a recoger fondos para pagar
          las
          obras. Esta iniciativa se mantendrá en los años siguientes,
          hasta hoy, como una
          forma de participación de la sociedad en la construcción del
          templo.
          
El 19 de marzo de 1958, festividad de San José, se coloca el conjunto escultórico que representa a la Sagrada Familia, realizado por Jaume Busquets, en la fachada del Nacimiento.
          
A partir de 1978, se construyen los cimientos de la nave y el crucero, y se levantan las columnas, las bóvedas y las fachadas de la nave principal y los transeptos.
El 19 de marzo de 1958, festividad de San José, se coloca el conjunto escultórico que representa a la Sagrada Familia, realizado por Jaume Busquets, en la fachada del Nacimiento.
A partir de 1978, se construyen los cimientos de la nave y el crucero, y se levantan las columnas, las bóvedas y las fachadas de la nave principal y los transeptos.
Desde
          1986, el escultor Josep
              Maria Subirachs es el encargado de llevar a cabo la obra
          escultórica de la fachada de la
          Pasión, que ha ido ejecutando según su estilo personal a lo
          largo de veinte
          años. 
          
En el año 2000 se construyen las bóvedas de la nave central y las del transepto, y al mismo tiempo se empiezan los cimientos de la fachada de la Gloria. Aquel año, con ocasión del cambio de milenio, se celebra una misa en el interior del templo que permite apreciar la grandiosidad de la obra.
          
En 2001 se completa el ventanal central de la fachada de la Pasión y se coloca un vitral dedicado a la Resurrección, obra de Joan Vila-Grau. También se terminan las cuatro columnas del centro del crucero.
En el año 2000 se construyen las bóvedas de la nave central y las del transepto, y al mismo tiempo se empiezan los cimientos de la fachada de la Gloria. Aquel año, con ocasión del cambio de milenio, se celebra una misa en el interior del templo que permite apreciar la grandiosidad de la obra.
En 2001 se completa el ventanal central de la fachada de la Pasión y se coloca un vitral dedicado a la Resurrección, obra de Joan Vila-Grau. También se terminan las cuatro columnas del centro del crucero.
A lo largo de 2002, el escultor Josep Maria Subirachs realiza
          el proyecto del muro de los patriarcas y los profetas que
          Gaudí sitúa en el
          porche de la fachada de la Pasión, y en 2005 se coloca la
          escultura de la
          Ascensión entre las torres de esta fachada. Paralelamente, se
          sitúan en los
          ventanales de la nave central los símbolos eucarísticos del
          pan y el vino,
          realizados por el escultor japonés Etsuro Sotoo. 
          
En 2006 se construye el coro de la fachada de la Gloria según los modelos de Gaudí. Las bóvedas del deambulatorio del ábside se terminan en 2008. Entre 2008 y 2010 está previsto finalizar las bóvedas del crucero y del ábside, sobre las que tienen que levantarse la torre del cimborio central, coronada con una cruz a 170 m de altura, y la del ábside, dedicada a la Virgen María. La torre central estará rodeada por otras cuatro torres, dedicadas a los evangelistas. El templo se completará con la construcción de la fachada principal, la de la Gloria.
En 2006 se construye el coro de la fachada de la Gloria según los modelos de Gaudí. Las bóvedas del deambulatorio del ábside se terminan en 2008. Entre 2008 y 2010 está previsto finalizar las bóvedas del crucero y del ábside, sobre las que tienen que levantarse la torre del cimborio central, coronada con una cruz a 170 m de altura, y la del ábside, dedicada a la Virgen María. La torre central estará rodeada por otras cuatro torres, dedicadas a los evangelistas. El templo se completará con la construcción de la fachada principal, la de la Gloria.
El arquitecto Antonio Gaudí i Cornet murió con fama de santidad en el Hospital de la Santa Cruz de Barcelona (que era entonces un hospital de beneficencia cristiana para pobres) el 10 de junio de 1926. Sus restos fueron enterrados en la cripta del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Al tratarse de un laico (es decir, Gaudí no era ni sacerdote ni miembro de una orden religiosa) y por diversas circunstancias de la historia de Cataluña y de la Iglesia, nadie se ocupó ni promovió oficialmente su beatificación.
Sesenta y seis años después, el 10 de junio de 1992, la iniciativa la tomó un grupo de dos arquitectos, un escultor, un escritor y un sacerdote, impulsados por este último, el Dr. Ignasi Segarra. Los cinco constituyeron la Asociación pro Beatificación de Antonio Gaudí. Por tanto, la iniciativa no ha partido de ninguna institución religiosa, ni del Arzobispado de Barcelona o la Junta de Obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Todo el mundo lo sabe: cuando a Gaudí le
                            preguntaban, con impaciencia, cuándo se
                            terminaría el Templo de la Sagrada Familia,
                            él respondía, sin impacientarse: «Mi amo no
                            tiene prisa...», además de eludir cualquier
                            cronometraje, también expresaba, con esta
                            respuesta, en qué perspectiva situaba su
                            obra. 
                            
Han sido muchos, no obstante, a quienes la Sagrada Familia ha puesto nerviosos. Y no sólo a causa de la lentitud de su edificación, sino, muy a menudo, por cuestión de gustos o criterios estéticos, siempre respetables y discutibles a la vez. A veces también ha influido el hecho de que se trate de una edificación religiosa, ahora que dar señales de vida cristiana es considerado, en ciertos ambientes, políticamente incorrecto.
                            
Últimamente a algunos les ha hecho perder los estribos la iniciativa de introducir el proceso de canonización de Antoni Gaudí. Quienes han tenido la idea están convencidos de que el hombre que proyectó la Sagrada Familia como una versión en piedra de la tradición cristiana y católica, fue además de un artista eximio, un hombre de fe, por encima del nivel ordinario. Es decir, un cristiano que puede ser ejemplo de cristianos, un santo. Y han hecho, pacíficamente, los primeros pasos de un largo camino que puede llevar al reconocimiento por la Iglesia de la santidad de Gaudí.
Han sido muchos, no obstante, a quienes la Sagrada Familia ha puesto nerviosos. Y no sólo a causa de la lentitud de su edificación, sino, muy a menudo, por cuestión de gustos o criterios estéticos, siempre respetables y discutibles a la vez. A veces también ha influido el hecho de que se trate de una edificación religiosa, ahora que dar señales de vida cristiana es considerado, en ciertos ambientes, políticamente incorrecto.
Últimamente a algunos les ha hecho perder los estribos la iniciativa de introducir el proceso de canonización de Antoni Gaudí. Quienes han tenido la idea están convencidos de que el hombre que proyectó la Sagrada Familia como una versión en piedra de la tradición cristiana y católica, fue además de un artista eximio, un hombre de fe, por encima del nivel ordinario. Es decir, un cristiano que puede ser ejemplo de cristianos, un santo. Y han hecho, pacíficamente, los primeros pasos de un largo camino que puede llevar al reconocimiento por la Iglesia de la santidad de Gaudí.
«Gaudí es modelo de vida sacramental y de oración, modelo de respeto y amor por la naturaleza, modelo de austeridad y pobreza y modelo familiar, pues aunque no se casó atendió a su padre y a su sobrina discapacitada y huérfana hasta su muerte», recordó J.M. Tarragona. COMPILADO EN http://www.sagradafamilia.cat
“Las familias legítimas son la matriz de la propia humanidad, el laboratorio sagrado donde se prepara, se forma y se conserva a cada instante, la sociedad entera. Desorganizar o deformar este laboratorio es provocar los más graves desordenes en la vida social: no habrá un solo mecanismo social que pueda funcionar normalmente, porque todos reciben de la familia la norma y el principio de su movimiento.” Paul Bureau, L'indiscipline des moeurs”


 
 
 
 
 
 


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