José Lomas, ejemplar librero de 77 años, va a la cárcel por defender su hogar
El librero es una referencia para Ciudad Real,
donde ha vivido toda su vida. En la madru-
gada del 1 de agosto, mató con su escopeta de
caza a un intruso de amplio prontuario y con
orden de expulsión, que entró a su hogar con
una motosierra. La jueza, con una sentencia
que sorprende a la comunidad, lo mandó a
prisión sin fianza.
La Audiencia Provincial ha ratificado la prisión provisional comunicada y sin fianza
2avonarret_1395
Y si metieramos a un chorizo en casa de estos jueces y tuvieran que dejarse robar bajo pena de que si defienden su casa y vida les caiga una pena de cárcel y ruina economica ¿juzgarían igual? Es impresentable el criterio de esta gentuza que no merecen ostentar el cargo de jueces.
Hastalospelo
Debería juzgar el caso un jurado popular. Lo de la proporcionalidad parece concebido para proteger al delincuente porque cuando alguien penetra en tu casa para atacarte, es imposible conocer sus planes para contestar con una respuesta proporcional, sobre todo si no estás entrenado como el delincuente, que, además, puede cabrearse y volverse más peligroso.
Menudos genios aguantamos en este país de locos!
javier_1960
TODA la justicia española está infiltrada por la masoneria globalista, al igual que los partidos politicos.
Su objetivo es castigar al español autoctono y premiar al delincuente extranjero.
Los españoles deben aceptar ser asesinados con pasividad para asi acelerar el proceso de sustitución poblacional por gente proveniente de otras partes del mundo.
https://www.ivoox.com/editorial-libertad-para-jose-lomas-espadas-11-01-22-audios-mp3_rf_80721777_1.html
Hastalospelos
Cuando te atacan, cómo sabes lo que pretenden, para aplicar la proporcionalidad?.
El que da primero, da dos veces. Una agresión inesperada nunca puede ser repelida por una respuesta "proporcional".
Menudos genios los leguleyos.
Eugene de Leastar |
CRUCIFICAR VIVO a Rovirosa Y A OTROS más TIENE ESTE EFECTO final
Buena pregunta. Mi madre se convirtió cuando la arrasó el cáncer pero casi no se convierte. De hecho, recibió los últimos auxilios y se sintió bien pero esa misma noche entró en coma. Antes de morir se despertó, habló unas palabras y murió con una nueca horrible. La paz le faltó toda su vida.
PARECE CLARO QUE LA JUEZA y el tribunal son SOCIATAS masonistas FSTIDIANDO A LA SOCIOLOGICA castellano manchega VOLCADA con los de VOX
Para librarme de lo imprevisto
cuando mi estancia se queda sola,
guardo en mis ropas un Santo Cristo,
un Santo Cristo y una pistola.
Si quien me acecha, siendo un malvado,
también es hombre de religión,
válgale el Cristo crucificado,
si no, el revólver de doble acción.
Yo soy un alma que el miedo asedia,
mas ¡Ay del hombre que me maltrata!
como los frailes de la Edad Media,
la propia mano bendice o mata.
Y por librarme de lo imprevisto
cuando mi estancia se queda sola,
guardo en mis ropas un Santo Cristo,
un Santo Cristo y una pistola.
Amado Nervo
"Nicanor estaba tan seguro de la victoria, que se propuso levantar un monumento con los despojos de Judas y de los suyos. 7.Este, por su parte, se sentía seguro y confiaba en que Dios le auxiliaría. 8.Alentaba a los suyos a no temer el ataque de los paganos y a no olvidar las veces que Dios los había ayudado, convencido de que también ahora Dios les daría la victoria. 9.Levantó sus ánimos con palabras de la Ley y de los profetas, recordándoles los triunfos anteriores. 10.Animando más y más a sus hombres, terminó demostrando la maldad de los paganos y cómo habían traicionado sus compromisos. 11.Cada hombre quedó armado no con espada y escudo, sino con la certeza que procede de palabras nobles. Para confirmar todo esto, les narró un sueño digno de fe o, mejor dicho, una visión por la que todos se alegraron. 12.Había visto a Onías, antiguo jefe de los sacerdotes, hombre atento, bueno, humilde en sus modales, distinguido en sus palabras y que desde niño se había destacado por su conducta irreprochable. Este, con las manos levantadas, estaba orando por toda la comunidad judía. 13.Luego se le había aparecido, orando en igual forma, un anciano canoso y digno que se distinguía por su buena presencia y su majestuosidad. 14.Entonces el sumo sacerdote Onías había dicho a Judas: «Este es el que ama a sus hermanos, el que ruega sin cesar por el pueblo judío y por la Ciudad Santa. Es Jeremías, el profeta de Dios.» 15.Y Jeremías había extendido su mano derecha entregando una espada de oro a Judas, mientras le decía: 16.«Recibe como regalo de parte de Dios esta espada con la que destrozarás a los enemigos.» 17.Animados por estas bellísimas palabras de Judas, capaces de estimular el valor y de robustecer las almas jóvenes, decidieron no establecer un campamento con defensas sino lanzarse valerosamente a la ofensiva y resolver la situación luchando con toda valentía, pues estaba en peligro la Ciudad Santa de Jerusalén, la religión y el Templo. 18.Ellos posponían su preocupación por sus esposas, hijos y familiares. Antes que nada temían por el Templo consagrado a Dios. 19.En cuanto a los que se habían quedado en la ciudad, su ansiedad no era pequeña, preocupados por la batalla que se iba a dar en el campo. 20.Todos estaban esperando el próximo desenlace en el momento en que los enemigos iniciaron el ataque; habían dispuesto su ejército, colocado los elefantes en sitio conveniente, y la caballería en las alas. 21.Entonces el Macabeo contempló la muchedumbre que tenía delante y que los combatía con tantas armas diversas, con el apoyo de feroces elefantes; levantó las manos al cielo e invocó al Señor que obra prodigios, pues bien sabía que da la victoria a los que la merecen y que ésta no depende de las armas, sino de la voluntad de Dios. 22.Así dijo Judas en su invocación: «Oh Señor, ya enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, e hizo perecer a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib; 23.envía también ahora, oh Señor del Cielo, tu ángel bueno delante de nosotros para llenar de temor y espanto a nuestros enemigos. 24.Manifiesta tu poder, y que tu brazo golpee a los que te insultan y vienen a destruir tu pueblo santo.» Así concluyó su oración."
ResponderEliminar2 Macabeos, c.15