lunes, 6 de marzo de 2017

Relato funerario de la División Azul en la estepa rusa, año 1943, NO-MEMORIA-HISTORICA estalinista rojeta ZP (Luis García-Berlanga)




Y de estas coñas se hicieron miles de filmes alabantes Bilderberg way



Elvira Juan

“Alguien ha dado la voz de alto. Se detiene poco a poco la columna, y al borde del camino van surgiendo hogueras alrededor de las cuales se improvisan animados grupos. Uno de ellos lo formamos nosotros –“los bohemios” nos bautizaron en el campamento-, camisa azul con cisne blanco bajo el verde uniforme alemán. Junto al fuego, quizá un poco simbólico en esta fecha, 12 de octubre, hemos encendido las pipas y Carlos como de costumbre, ha iniciado una conversación intrascendente, saturada de chistes y alusiones. Pasa un enlace sobre una moto. Nos conoce; se detiene un poco y grita:

- ¡Muchachos, nos quedamos aquí! ¡Estamos a tres kilómetros de la primera línea! Esta misma noche relevamos a los alemanes.


Nos saluda brazo en alto y reanuda la marcha. Al principio nos hemos quedado todos enmudecidos. Daniel es el primero en salir de su ensimismamiento. Se vuelve hacia nosotros y dice tan solo estas palabras:

- ¡Ya era hora!

Parece como si la noticia hubiera eliminado de nuestro recuerdo la noción de los 1.300 kilómetros recorridos hasta ese momento. Han desaparecido de nuestros rostros todas las huellas de sueño, fatiga y penalidades. Nos hemos puesto de pie y, como en todas las grandes ocasiones, hemos cantado. Y ha sido una desgracia no conocer ningún himno del SEU, porque aquí, en este instante y ante este paisaje, sus estrofas entonadas por nosotros hubieran tenido una emoción apasionada. (…)

Julio ha empapado de sangre esta retrasada primavera. Todavía queda nieve para grabar iniciales en su blanca superficie, pero ya han surgido rosas que han de dulcificar la sepultura. Cerramos los ojos a esta angustia que nos invade, porque ya no está con nosotros el mejor compañero. Sobre un carro, un carro de ruedas destartaladas y ejes que chirriaban, a contraluz con la estepa iluminada eternamente, llevamos ayer su cadáver a Motorowo, y en un jardín, la cabeza hacia España, lo enterramos (…)

Con él se fueron las medallas religiosas, el cisne blanco en la camisa azul, y aquella rosa de los Alpes que una estudiante alemana le regalara. Nos dejó, sin embargo, una antología de la buena muerte y una postura arrogante ante lo irremediable.

Caía la tierra sobre su cuerpo y descendía sobre nosotros el afán silencioso en la lucha. Así, sin gritos, proseguíamos, cada vez más acelerada, la marcha hacia los límites de nuestra conciencia. Se desangran, sí, los cadáveres de los falangistas, pero esa sangre entra en las venas de los que quedamos, para rejuvenecer nuestro ímpetu.

Tengo su diario entre mis manos. Es de tapas azules y sus páginas están llenas de una letra apretada y ágil. Todas sus confidencias están trasplantadas –y aquí con más pureza- a la blanca amistad del papel. Por todas partes, alusiones a su entrega eterna a la Falange. Se dictaba a sí mismo la violencia y la fe en la revolucionaria tarea. Leo…

“¡Que día más terrible aquel en que ninguna mano extendida nos señale el mejor camino hacia la muerte! Si en la constelación falangista no se esperasen refuerzos, ¿Cómo íbamos a justificar nuestra presencia en este campamento terrestre?”

“Se nos quiere llevar a la molicie ofreciéndonos como cebo y consuelo el fácil recuerdo de lo pasado. Y no: no se hacen revoluciones fundando un museo de añoranzas, sino buscando con el punto de mira el cuerpo enemigo”.

“Las consignas no deben perderse entre las páginas tibias de revistas que nadie lee. Las consignas han de clavarse a gritos en las paredes enemigas”.


Al terminar de leer me fijo en la última página, donde, a lápiz, pero con gruesos caracteres, había escrito:


“¡ARRIBA ESPAÑA!”



FRAGMENTOS DE UNA PRIMAVERA
Luis García-Berlanga Martí.                                                          EN CESARVIDAL.COM






Normal que ni el hijo sepa del relato funerario de la división azul, La Memoria Historica de la rata masona ZP (hoy se mea en el genocidio castrista-venezolano, p.e.) no iba de eso, de recuperar algo valioso de la época, de honor, de dignidad, de lucha, de conciencias llevadas al limite, fueras de un bando o de otro si tenías humanidad y verdad. Los puercos fabianistas sociatas y cía han arrasado con lo que quedaba spain. Conocí a otro veterano que se escapó de las garras rusas llevado a un gulag, saltando un barranco nevado (buen canario de saltos), y no hacía falta preguntarle si era facha o si fue obligado o no (fue tras acabar la guerra y ser joven y poder luchar y buscar aventura europeda). 
Otra perruna académica del momento doctoral (luego capado) se aprovechó bien de cómo entrevisté nonagenario a un lider juvenil comunista guerracivilisto, y aún recuerdo su sonriseta medio felicitándome, ...y viendo yo que me iba a utilizar y plagiar para su beneficio académico e historialista. Sin mencionarme, claro.




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