ANTONIO CHAO FLORES fusilado por los comunistas castristas en 1962 |
Cuando Tommy fue a prisión en Cuba tenía 17 años, era menor de edad. Como Oscarito Pla, Juan Estrada, Teodoro, un guajirito de ojos muy azules de las guerrillas de Güines que le fusilaron al padre y a un hermano (..).
Muchos de ellos no habían tenido tiempo de conocer mujer, no podían votar ni les permitían tomar bebidas alcohólicas, pero estaban autorizados a morir por Cuba.
Pertenecieron a una generación piensan algunos que maldita, porque no tuvieron la suerte de seguir los pasos hermosos de Mahatma Gandhi o Martin Luther King o de la actual disidencia cubana. Hay quienes opinan que estuvieron del lado oscuro de la historia porque la posibilidad de optar por la oposición pacífica, por un diálogo o por una reconciliación nacional en aquel tiempo era un sueño de medianoche. Por entonces no había en Cuba espacios para esas soluciones civilizadas que hoy aplauden los intelectuales de derecha e izquierda en el mundo.
A Tommy lo capturan acusado de ser uno de los responsables de un auto lleno de armas, parque, C4, blasting caps y mechas, y el 18 de abril de 1961 lo condenan a la pena capital conjuntamente con Virgilio Campanería, Alberto Tapia Ruano y 7 anticastristas más. Tommy estuvo en capilla ardiente con sus dos compañeros de lucha durante varias horas antes de la ejecución en una pequeña celda que olía a miedo y a muerte.
A Tommy en el último minuto le conmutaron la pena máxima a 30 años de prisión pero sus dos amigos no corrieron la misma suerte, fueron fusilados. Y me he preguntado muchas veces: ¿qué pasó por la mente de aquel niño en aquellos instantes supremos? ¿Hasta qué punto se le desgarró el alma en el último abrazo que le dio a Virgilio y a Tapia Ruano antes de que cayeran en el paredón gritando Viva Cuba Libre y Viva Cristo Rey?
Muchas veces he pensado en Tommy, en los Tommys , en los menores de edad de nuestro presidio político cuando algunos ingenuos y mal informados latinoamericanos opinan que los cubanos no hicimos lo suficiente para liberar a Cuba del comunismo.
Pienso en los Tommys cuando veo medio siglo después al castrismo enceguecido de tanto vómito de poder y enfermo de rabia, aún reinando en Cuba, y dando palizas, reprimiendo y martirizando a su pueblo.
Los tengo presentes cuando evoco la visita del Papa Benedicto XVI a la isla y al cardenal Jaime Ortega.
Pienso en aquellos niños al ver a políticos cubanoamericanos y a periodistas trastocados en profesionales del anticastrismo, usando la desgracia del pueblo de Cuba como trampolín para sus ambiciones personales, convirtiendo sus iracundias y aparentemente patrióticas propuestas en un desvergonzado oficio, en un medio de vida.
Por último también recuerdo a los Tommys cuando llegan a Miami los “hombres nuevos” pidiendo asilo político, para al año y un día regresar cargados de maletas de donde vinieron, supuestamente perseguidos, para lucrar con el hambre y la miseria que reina en la isla, y pasearse triunfalmente por sus barrios con pulóveres Lacoste, jeans Calvin Klein y zapatos Nike, que Dios los perdone.
POR NICOLAS PEREZ DIAZ-ARGUELLES
TONY LUCHO SIENDO UN NIÑO TODAVIA, CONTRA LA DICTADURA DE BATISTA Y MURIO CASI SIENDOLO CONTRA LA TIRANIA CASTRISTA. ESTOS FUERON LOS NIÑOS DE LA VERDADERA REVOLUCION DEMOCRATICA CUBANA, Y NO LOS COBARDES Y OPORTUNISTAS QUE HOY COMPONEN LA UJC Y LA FEU CONTROLADA. ESA GENERACION HEROICA, LA NUESTRA, NACIO, VIVIO Y MURIO POR CUBA Y SU LIBERTAD. por gabriel astengo en fb
ResponderEliminarNo perdòn , no olvido, nunca màs, nunca màs...
ResponderEliminarLes habla Juan Carlos Vázquez Osoria, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, en el municipio Moa, provincia de Holguín. En horas cercanas a la media noche del día de ayer, 17, personas al servicio de la Policía Política de aquí de Moa, arrojaron piedras contra nuestro domicilio, afectando así la puerta del frente de la casa. La Policía Política está usando a estas personas como instrumento para atemorizar a los que moramos aquí, sin importarles que aquí hay dos niños chiquitos de un año y de dos años.
ResponderEliminarYa en otras ocasiones hemos sido víctimas de estos actos, y con estos actos podemos ver como la Policía Política lleva el mensaje de terror, de pánico, a todo el que se opone al sistema. También nos tienen una vigilancia total donde no permiten salir de nuestro municipio. Nosotros, los opositores pacíficos de aquí, del municipio Moa. Responsabilizamos al gobierno cubano de lo que nos pueda suceder. Les habló Juan Carlos Vázquez Osoria, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba aquí en el municipio Moa, provincia de Holguín.
Conversé con ella un día después de que el gobierno cubano desoyera, sin miramientos, sin la más mínima deferencia, la petición de Alan Gross para reunirse con su madre Evelyn Gross, quien este domingo arribó a los 90 años en medio de una tenaz batalla contra un cáncer de pulmón inoperable. La familia Gross aguardaba desde hacía semanas por una concesión humanitaria del gobernante Raúl Castro que permitiera a Alan una visita a su madre entristecida por la enfermedad y la ausencia del hijo.
ResponderEliminarHabia un antecedente significativo para pensar en un gesto de reciprocidad. El espía convicto René González, en libertad condicional en el sur de la Florida, había recibido un permiso judicial para viajar a la isla, donde su hermano agoniza afectado por un cáncer de pulmón y cerebro. Pero las esperanzas de la acción recíproca se desvanecieron el fin de semana. Ni siquiera hubo una negativa oficial. Solo prevalecieron el silencio y la incertidumbre.
Un reclamo desgarrador
El viernes, Alan Gross imploró telefónicamente desde su celda en el Hospital Militar "Carlos J. Finlay" de La Habana que lo sacaran del infierno que vive allí. De ese desconcierto familiar que se prolonga ya por casi tres años, del dolor de una esposa y de su voluntad de mantenerse luchando hasta el retorno del ser amado a casa, trata esta conversación con CaféFuerte.
¿Cómo usted se siente con el silencio del gobierno cubano ante la petición de Alan para visitar a su madre enferma en Texas?
Estoy muy decepcionada. Tenía esperanzas en que había suficientes razones humanitarias para que el gobierno cubano le otorgara a Alan una visita recíproca, a cambio de la que se le concedió a René González. Estoy decepcionada y, tengo que admitirlo, también enojada.
¿Cuál es la situación médica de Evelyn Gross, la madre de Alan? ¿La ha visitado usted recientemente?
La visité un mes antes de su cumpleaños [22 de abril]. Ella trata de mantenerse como la mujer fuerte que es, pero está muy deprimida, emocional y físicamente. No puede ir muy lejos de su casa, se encuentra muy enferma y débil debido a la quimioterapia.
¿Cuándo fue la última vez que usted habló con Alan?
El pasado viernes, antes de su conversación con la periodista Andrea Mitchell, de MSNBC. Le está yendo muy mal, está desesperanzado, algo que no es propio de él. Se percibe en su voz, que suena muy monótona y depresiva, y está comenzando a temer que nunca pueda salir de allí.
Muy adolorido
El gobierno cubano y algunas personas que lo han visitado recientemente en la cárcel dicen que él se encuentra bien de salud. ¿Cuál es en realidad su situación médica?
El está con dolor constante, tiene artritis severa en la cadera. El acostumbraba a hacer largas caminatas, pero no puede ahora, y esto quizás suene horrible, pero él dice que puede oír ahora un chasquido de la cadera cuando camina. Ya sabes, estamos muy preocupados por eso, muy preocupados. Y sigue bajando de peso, también.
¿Ha intentado él hacer alguna huelga de hambre?
No. No que yo sepa.
¿Cuál ha sido el momento más difícil para usted desde que Alan fue arrestado en Cuba el 3 de diciembre del 2009?
Momentos difíciles… Probablemente han sido más de uno. Cada vez que uno piensa que tenemos una buena oportunidad para traerlo de vuelta a casa, terminamos decepcionados, y eso duele mucho. Esta vez fue lo de René González, me dejé llevar por las esperanzas, y la decepción que me llevé pudo ser tal vez uno de los momentos más difíciles. Es muy duro hablar ahora con él por teléfono, porque suena terrible, no sé cómo levantarle el ánimo.
La renuencia de Raúl Castro
¿A qué atribuye esta renuencia del gobierno cubano a liberar a su esposo, ni siquiera a concederle un permiso para una visita humanitaria?
Me gustaría saberlo, no entiendo la postura del gobierno cubano y no tengo ni idea de por qué no se decidiría a hacerlo.
Muchas personas, políticos, líderes religiosos y ciudada. ENTREVISTA POR WILFREDO CANCIO
En 1971 fue fusilado Nelson, un joven escritor que, con los ojos vendados, murió ante una ráfaga de tiros en los fosos de la Fortaleza de la Cabaña, quizás en el mismo sitio donde había caído el poeta Juan Clemente Zenea, en el siglo XIX.
ResponderEliminarNelson Rodríguez Leyva tenía 27 años cuando el gobierno castrista, tras un juicio sumario, apenas sin abogado defensor, lo condenó a la pena de muerte por haber intentado escapar del comunismo en una avioneta de fumigación. Han transcurrido 41 años y todavía queda mucho por saber sobre aquel crimen, cometido contra un joven que se dio a conocer en la narrativa cubana siendo menor de edad, con verdadero talento.
En 1964, el mismo año en que el Che Guevara alardeaba en la ONU sobre los fusilamientos, Ediciones R había publicado su libro de cuentos El regalo, por recomendación del propio Virgilio Piñera, director entonces de aquella editorial, y se esperaba su primer libro de poemas.
¿Acaso su peor pecado fue no mencionar a la revolución castrista en sus cuentos, o no escribir loas a Fidel Castro? El escritor Reinaldo Arenas fue su amigo. También el actor de teatro Ernesto Candeli. Se veían con frecuencia en el parque de la Funeraria Rivero, en el Vedado, donde hablaban sobre política, y Nelson, alegre y lleno de amor por la vida, confesaba a sus íntimos su deseo de vivir en libertad.
En 2007, hice todo lo posible por investigar sobre su vida. Fue una suerte haber conseguido su libro El regalo, y enviarlo al exilio. En Cuba, los miles de ejemplares publicados en 1964 habían desaparecido tras su muerte.
Supe, eso sí, que su hermano trabajaba como asesor político en Caracas y que Manuel, su sobrino, nada sabía sobre la historia de su tío Nelson, porque la familia no lo mencionaba.
Me fue imposible hacer contacto con Jesús Cristo Castro, un profesor de Secundaria que hizo planes para escapar con Nelson y que, a pesar de haberse arrepentido a última hora, fue condenado a 30 años de prisión. Cumplió 15 y marchó al exilio.
Toda la información que no tenemos la conoce el régimen castrista. En alguna gaveta debe aparecer incluso que Nelson no murió solo en el paredón de fusilamiento, sino junto a un gran amigo, de piel tan negra como el carbon y corazón de oro. EN CUBANET