lunes, 27 de agosto de 2012

Presente de Europa el continente de Occidente, por Ingrid Carlqvist de Dispatch International



El verdadero enemigo y problema lo tenemos dentro, y es la progre masonada relativista ateista y cristofobica. Esa es la cuestion de fondo, satánica, con Europa ex-cristiana hoy.

Ese es el resultado de una política socialista de apertura de las puertas a la inmigración y a la islamización en nombre del multiculturalismo. Este es el discurso que ha pronunciado el 9 de julio pasado en la conferencia de Bruselas de la Internacional Civil Liberties Aliance:

“Damas y caballeros. Mi nombre es Ingrid Carlqvist y he nacido en Suecia en 1960, cuando los socialdemócratas iban a gobernar para siempre y nuestro país era el más hermoso, seguro y progresista del mundo. Ahora vivo en Absurdistán, un país que tiene los mayores índices de violaciones en el mundo, cientos “áreas de exclusión” (barrios fuera de la ley) en las que la gente viven fuera de la sociedad sueca y con periódicos que esconden a la gente todos estos terribles realidades.

Me siento exactamente como Dorothy Gale en “El Mago de Oz”: un tornado llega y me envía a millas de distancia de mi hogar y me suelta en un país que no conozco. Siento que ya no estamos más en Suecia. Al igual que Dorothy estoy buscando mi camino de vuelta a casa, pero en mi recorrido sólo encuentro leones sin valor, espantapájaros sin cerebro y hombres de hojalata sin corazón.

Ahora vivo en una nación que ya no es homogénea en ningún aspecto. El sucesor de Tag Erlander, Olof Palme, decidió que la homogeneidad era algo malo y abrió nuestras fronteras para que vinieran gentes de todo del mundo. Y desde la derecha hasta la izquierda los políticos nos dijeron que no había una cosa llamada “cultura sueca”, ninguna tradición sueca digna de mención y que los suecos deberían estar agredecidos de que tanta gente con VERDADERA cultura y VERDADERAS tradiciones vinieran a vivir con nosotros.

Mona Sahlin, una dirigente socialdemócrata, dijo en una entrevista en 2002 a la revista Eurotuk (turca), al ser preguntada por la cultura sueca: “A menudo me he hecho esa pregunta, pero no puedo imaginarme que es eso de la cultura sueca. Pienso que es lo que nos hace a los suecos ser tan envidiosos de los inmigrantes. Vosotros tenéis una cultura, una identidad, algo que os une. ¿Qué tenemos nosotros? Tenemos el solsticio de verano y otras cursiladas del mismo género. Los suecos deben integrarse en la Nueva Suecia. La Vieja Suecia ya no volverá”. 



este tipo acabará con Occidente si Dios no lo remedia, o quiere...

En la Nueva Suecia necesitamos policías armados en nuestros hospitales a causa de la rivalidad de familias que pelean unas contra otras en las mismas habitaciones de los hospitales. Se disparan unos a otros en las calles y roban y golpean a la gente mayor. Los índices de criminalidd crecen por minutos, pero los políticos suecos y los periodistas nos dicen que eso no tiene absolutamente nada que ver con la inmigración. El hecho de que nuestras prisones estén llenas de extranjeros es sólo una coincidencia o es explicado a través de alambicados razonamientos en que los factores socioeconómicos son privilegiados sobre cualquier otra consideración.

Durante muchos años he sido una periodista de la gran prensa. Pero siempre he sido una especie de alborotadora, una inconformista, siempre he tenido sospechas acerca de lo que la gente denomina la VERDAD. Cuando todo el mundo va en la misma dirección yo voy en la dirección contraria para ver que hay ahí.

En enero del 2011 algo sucedió que hizo que perdiera mi última esperanza acerca de los periodistas suecos. Yo era la vicepresidenta de la Sociedad de Periodistas de Malmo e invité al periodista danés Mikael Jalving para que hablara acerca de su libro de próxima publicación “Suecia absoluta: un viaje al País del Silencio”. Un día el presidente de la Sociedad de Periodistas me llamó por teléfono y me dijo: “Debemos cancelar la invitación a Jalving porque está por hablar en un miting organizado por un diario llamado National Today”. No le importaba nada ni a él ni a nadie en el consejo de la Sociedad de Periodistas lo que Jalving decía en su libro. Si iba a ese miting estaría infectado de ideas nacionalistas y problemente sería un nazi. EXTRACTADO DE ALERTADIGITAL

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